La pandemia de coronavirus provocó que la actividad deportiva pulsara el botón de pausa. Eso incluye el circuito de tenis, tanto masculino como femenino. Así, los tres monstruos que marcaron la última década de la disciplina con una competencia feroz y atractiva, debieron recluirse en sus hogares como la mayoría de los mortales. Y en ese ámbito, fuera de los courts, su magia no tiene el mismo impacto.
“Estoy desbordado con el trabajo en casa. Más fácil sería estar en el torneo de Montecarlo (tocaba esta semana), entrenando tres horas de tenis”, la confesión en Twitter corrió por cuenta de Rafael Nadal. El español, de 33 años, compartió en las redes sociales su incursión en la cocina para darle forma a un “bizcocho”. “Por ahora es lo que toca y con buena cara! Después pongo una foto del resultado. Y lo dicho, a animarse!”, instó a sus seguidores.
En el video, de casi 20 segundos, se lo ve al oriundo de Mallorca lidiando con la batidora eléctrica. “Estoy desbordado, haciendo aquí un bizcocho, mi madre me tenía de pinche, pero me ha abandonado, no va a poder decir que no me sale bueno", mostró el divertido conflicto familiar que se desató en su hogar.
"Ya veremos el resultado, estoy muy ilusionado con este bizcocho”, señaló el cambio de época; ayer, emocionado con la posibilidad de sumar títulos, hoy, ante la crisis del COVID-19, con un objetivo más moderado, la confección de una torta para amenizar la tarde.
Con los certámenes de tenis suspendidos de manera indefinida por la pandemia, Nadal se puso al frente de una edición histórica y particular del Madrid Open: se jugará de manera virtual, a través de la consolas y desde los hogares de los jugadores, pero con espíritu solidario.
“Desde el confinamiento y con los ánimos que nos estamos dando, estoy feliz de participar. Intentaré darlo todo. Espero estar con vosotros y sentir vuestro apoyo como cada vez que juego en casa”, declaró. La competencia se disputará entre el 27 y el 30 de abril y repartirá una bolsa de 150.000 dólares por cada cuadro (masculino y femenino), que llegará a los tenistas con menores recursos económicos y que están sufriendo todavía más la falta de actividad.
Además de Nadal están confirmados Andy Murray, John Isner y Lucas Pouille. Mientras, Rafa, N° 2 del ranking ATP (a 370 puntos del líder Djokovic, un escalón encima de Dominic Thiem y dos de Roger Federer) incursiona en la cocina con humor.
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