Ronaldinho pasa sus días junto a su hermano en un lujoso hotel de Asunción, Paraguay. Hace menos de una semana, al astro brasileño y a su hermano les otorgaron la prisión domiciliaria, luego de haber pasado un mes de arresto en prisión en el marco de una causa en la que se los acusa se haber ingresado al país con documentación falsa y de formar parte de una banda que se dedica al lavado de dinero.
Quien salió en defensa del ex futbolista fue Jorge Valdano. El argentino escribió una contundente columna en la cual respalda a Dinho y pide que cese el ensañamiento contra su persona.
“Ronaldinho estuvo unas semanas encarcelado. Si el nivel de delincuencia media fuera el de Ronaldinho, el mundo entero debería ser una cárcel", escribió el ex entrenador del Real Madrid en una columna publicada en el diario El País de España.
En ese sentido, recalcó: "Una cosa es ser ‘tonto’, como lo definió su abogado, y otra delincuente, Dejen en paz a Ronaldinho”. Con esa frase, hizo referencia a las declaraciones de Adolfo Marín, abogado del brasileño y de su hermano, quien días después de la detención esgrimió ante los medios que “Ronaldinho no sabía que estaba cometiendo un delito porque no entendió que le dieron unos documentos falsos, él es tonto”.
A la hora de hacer un análisis de lo ocurrido con Ronaldinho, Valdano reflexionó: “Como ocurre con tantos futbolistas brasileños, para él la vida siempre fue una fiesta, y el fútbol, juego que exagera la vida, una fiesta al cuadrado".
"En el único lugar donde Ronaldinho se comportó como un subversivo fue dentro de una cancha”. sostuvo, tajante, el campeón del mundo con la selección argentina en México 1986.
El pasado 7 de abril, el juez Gustavo Amarilla aceptó otorgar el beneficio de la prisión domiciliaria a Ronaldinho y a su hermano Roberto de Assis Moreira, que ya habían cumplido un mes confinados en la Agrupación Especializada de la Policía de Paraguay’. Los brasileños debieron pagar una fianza de USD 1,6 millones.
Mientras los brasileños pasan sus días en las habitaciones 104 y 105 del hotel Palmaroga -en el cual son los únicos huéspedes a raíz de la cuarentena por la pandemia de coronavirus- la causa en su contra sigue adelante. Ambos son investigados por sus vínculos con una banda paraguaya que se dedica a lavar dinero y falsificar documentación. La líder del grupo sería Dalia López, la empresaria que llevó al brasileño a Paraguay, y sigue prófuga de la justicia.
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