Willy Sagnol asegura que la actuación de Zinedine Zidane en la final del Mundial 2006 es su “mejor y peor recuerdo al mismo tiempo”. El ex defensor de la selección de Francia todavía sufre el dolor de haber caído por penales contra Italia en la definición del título, pero su mayor padecimiento tuvo a Zizou como protagonista, expulsado por un icónico cabezazo sobre el pecho de Marco Materazzi.
El ex futbolista del Bayern Múnich aseguró que estaba “un poco” enojado con el actual entrenador del Real Madrid después de su accionar en el Estadio Olímpico de Berlín en un duelo que terminó con victoria italiana. “Entras al vestuario, has perdido, tienes a un chico que le habla al equipo y se disculpa. ¡Pero no lo oyes! Estás en tu decepción, en tu mundo. Yo no quiero aceptar sus disculpas o conversar con él. Este no es el momento. Tuve que que ir al baño, fumar 250 cigarrillos en diez minutos... Así es como evadí”, afirmó al rememorar ese encuentro.
Sagnol confesó que la roja de Zizou “dejó su huella", a punto tal que el vínculo estuvo completamente cortado. “No hablamos durante casi dos años. En el 2008, después de la Eurocopa, tenía que casarme. Mi esposa me dijo que lo trajera. Lo llamé de vuelta. No podía venir a la noche, a la fiesta, pero me hizo feliz verlo llegar tarde por la mañana. Tomamos un aperitivo juntos, tuvimos una buena conversación y la vida comenzó de nuevo luego”, explicó en diálogo con la cadena radial RMC.
Aquella final fue el último partido como profesional de Zidane. Marcó un gol picando la pelota en un penal y tuvo la mancha negra de irse expulsado por ese acto violento. Sagnol, por su lado, se encargó de ejecutar uno de los tiros desde los 12 pasos con los que se definió la final y acertó, pero la falla previa de David Trezeguet terminó siendo un beneficio para Italia, que alzó la Copa del Mundo por cuarta vez en su historia.
“Ponemos mucho énfasis en el penal de Zizou. Es mi lado más anticuado el que me hace decir que cuando haces un panenka, aún corres grandes riesgos. Juegas un poco con el juego. Cuando veo que marca ese penal tuve dos pensamientos: el primero es que era una locura intentarlo en la final de la Copa del Mundo; el segundo es que esperaba que no se nos volviera en contra”, afirmó.
Willy surgió del Saint Etienne y rápidamente emigró al Mónaco. En el equipo del principado tuvo un buen nivel, ganó tres títulos y sedujo al poderoso Múnich. A lo largo de una década, se erigió como un pilar clave de ese club y su selección: ganó 11 títulos con los alemanes y participó de dos mundiales con su país.
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