En los últimos tiempos, Federico Valverde pasó de ser una promesa a convertirse en una realidad. Es más, con el regreso de Zinedine Zidane al banco del Real Madrid, el volante uruguayo se transformó en pieza clave para el funcionamiento de uno de los mejores equipos del mundo.
Al igual que sucede con las grandes ligas de fútbol en Europa, la competición en España hasta paralizada hasta nuevo aviso a causa del avance del coronavirus. El país ibérico es uno de los epicentros mundiales de la pandemia: este miércoles, las autoridades sanitarias confirmaron un nuevo pico de contagiados y de muertes por COVID-19, con números de llegaron a los 757 fallecidos y más de 6.000 nuevos infectados en apenas 24 horas.
Aislado en su residencia de Madrid, y acompañado por la periodista argentina Mina Bonino, su pareja y la madre de su hijo, Valverde aprovechó para activar una transmisión en vivo a través de Instagram y jugar con todos los seguidores que se sumaron.
Una vez que terminaron el juego, y mientras Bonino festejaba que había sido la ganadora, Valverde tuvo un percance escatológico. “Boludo, ¿cómo va a hacer eso?”, le recriminó su pareja al mediocampista charrúa. A pesar que el futbolista trató de contener la risa, no pudo, y para desligarse de su culpa, responsabilizó a su hijo Benicio.
Más allá del parate por el coronavirus, que le puso una pausa a la definición de la liga española y a la espera de lo que será la resolución de la Champions League, el volante que nació en Peñarol de Montevideo se convirtió en uno de los jugadores preferidos para los aficionados de la Casa Blanca, gracias al nivel demostrado en lo que va de la temporada.
El mediocampista mixto, que deslumbró a los ojeadores del Real Madrid después de su actuación con la selección de Uruguay en el Sudamericano Sub 17 de Paraguay 2015, lo que motivó comenzar las tratativas para quedarse con el pase del charrúa en su poder, es hoy un futbolista vital para el esquema de Zidane.
Hasta la cancelación por tiempo indefinido de todas las competición, Valverde ya superó la cantidad de partidos disputados en una temporada con el Real Madrid: entre encuentros de La Liga, cotejos de copas locales y por torneos internacionales, el uruguayo jugó 32 partidos. Sumó dos goles y cuatro asistencias en todas sus presentaciones.
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