El fútbol busca la luz al final del túnel de la pandemia de coronavirus. Con la actividad frenada en casi todo el planeta salvo algunas excepciones (como la liga de Nicaragua), la FIFA se propuso diagramar un reglamento para brindarle un marco legal al regreso de la disciplina y a las diferentes decisiones que deben tomar los clubes mientras se desarrolla la crisis, como la reducción salarial en los planteles.
En consecuencia, la entidad que rige el fútbol en el planeta armó un grupo de trabajo por el COVID-19. Y a partir de sus conclusiones publicó un documento, “Cuestiones regulatorias relativas al fútbol” en pos de normalizar la actividad una vez que el impacto de la pandemia comience a disminuir y permita que la pelota vuelva a rodar.
“Se trata de una situación insólita para el fútbol. Desde la Segunda Guerra Mundial no se producía una suspensión del fútbol federado como la que estamos viviendo en la actualidad”, subraya la FIFA en el prólogo de sus decisiones, que tienen tres ejes principales.
Uno de ellos es la finalización de los vínculos de los jugadores. La FIFA legisla que los mismos se ajusten a la coyuntura y continúen en vigencia hasta que las competencias se completen. “Si un contrato vence en la fecha de finalización original de la temporada, dicho vencimiento deberá prolongarse hasta la nueva fecha de finalización de la temporada”, señala uno de los principios rectores propuestos. Lo mismo si algún futbolista ya tiene un contrato firado para el período 2020/2021 con inicio el 1 de julio. En ese caso, dará comienzo cuando termine la temporada actual. Y si hay superposición de intereses, la prioridad la tendrá la institución con vínculo vigente.
Otro ítem, muy en boga en estos tiempos, es el que ofrece soluciones para cuando existen “contratos que no se pueden cumplir como las partes habían previsto”; es decir, la tan mentada reducción de salarios. “Se insta firmemente a los clubes y a sus empleados (jugadores y entrenadores) a llegar a acuerdos colectivos adecuados en el ámbito de cada club o de cada liga, en relación con las condiciones de trabajo durante el periodo de suspensión de la competición a causa de la COVID-19, sugiere.
“Dichos acuerdos deberán abordar, entre otras cuestiones: remuneración (si procede, aplazamiento y/o limitaciones salariales, mecanismos de protección, etc.) y otras prestaciones, programas gubernamentales de ayuda, condiciones durante la extensión del contrato, etc”, agrega.
“La Cámara de Resolución de Disputas (CRD) o la Comisión del Estatuto del Jugador (CEJ) solo admitirán decisiones unilaterales de modificar las condiciones”, advierte, para evitar una catarata de conflictos entre las partes en el seno en la sede de Zurich.
Las condiciones del próximo mercado de pases también resultaron motivo de debate. Como también se ampliará el plazo para la finalización de la temporada, también se permitirá correr la ventana de transferencias, siempre que no supere el plazo de 16 semanas de duración.
Por último, la entidad aplaza la puesta en funcionamiento de la limitación de préstamos internacionales dispuesta en febrero. La medida sólo permitía ocho préstamos internacionales de jugadores de 22 años y la misma cantidad de incorporaciones por esta vía para la campaña 2020/21, bajando a seis para la temporada 2022/23. Las reglas fueron diseñadas para garantizar que los préstamos “tengan un propósito deportivo válido para el desarrollo juvenil”. Pero la crisis del COVID-19 las pondrá en pausa.
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