Hace casi un mes que la NBA decidió bajar el telón al confirmarse el primer caso positivo. Aquel 11 de marzo, con el contagio de Rudy Gobert, el baloncesto cerró sus puertas y motivó a que el resto de los deportes de los Estados Unidos sigan sus pasos. Desde entonces el COVID-19 ha ganado terreno en suelo norteamericano pero la liga de baloncesto ya empieza a poner pautas para su regreso.
En primer lugar, Adam Silver, comisionado de la NBA, ha reconocido que por el momento no están “en condiciones de tomar ninguna decisión” sobre el futuro de la temporada pero sí ha dejado en claro que los ejecutivos tienen una fecha en mente para planificar una reanudación pese a la crisis del coronavirus.
“Deberíamos aceptar que, al menos durante el mes de abril, no estaremos en condiciones de tomar ninguna decisión. Eso necesariamente no significa que el 1 de mayo lo estemos, pero al menos digo esto para tranquilizar un poco a todos”, señaló Silver en declaraciones a la cadena TNT.
La máxima autoridad de la liga apuntó que siguen “debatiendo con clubes y jugadores muchos escenarios diferentes para reiniciar la temporada”, aunque reiteró que por el momento no tienen la información suficiente para tomar una determinación sobre la continuidad del certamen.
“Sinceramente creo que es demasiado pronto incluso para proyectar o predecir dónde estaremos en unas pocas semanas. El virus se está moviendo más rápido de lo que pensábamos, así que quizás llegue a su punto máximo antes. Desconozco lo que eso significa para nosotros en cuanto a la posibilidad de regresar en algún momento, ya sea a finales de la primavera o principios de verano. Lo que he aprendido en las últimas semanas es que tenemos muy poca información para hacer este tipo de proyecciones”, reconoció Silver.
Pero también ha trascendido que la NBA tiene la intención de conseguir una considerable cantidad de pruebas rápidas de coronavirus como primera instancia antes de volver a la actividad, con el fin de tener un control efectivo de la propagación de la enfermedad dentro de su estructura.
Tanto los dirigentes de la competición como la Asociación de Jugadores (NBPA) han mostrado su intención de unos test express de COVID-19 similares el de la diabetes, que permiten detectar el virus en menos de 15 minutos con una prueba de sangre.
“Los resultados de tests rápidos son clave para volver al trabajo, en los deportes y cualquier otra cosa. Cualquier trabajo que hagas y ambiente en el que trabajes, si estás interactuando con gente vas a sentirte seguro haciendo eso. En el deporte es lo mismo”, comentó bajo anonimato un alto ejecutivo de la NBA a la cadena ESPN.
No obstante, el método de las pruebas rápidas puede generar cierta polémica. En medio de la escasez de métodos de prueba efectivos que hay ahora mismo en Estados Unidos y también en muchos otros países del mundo, la principal preocupación de las autoridades de la NBA que la industria farmacéutica tenga la capacidad para para lograr que las pruebas estén disponibles para la mayoría de la ciudadanía y sean fiables.
Entienden además que la prioridad es para los trabajadores de salud, los transportistas, la administración pública y empleos similares. “Hay mucha gente y trabajadores que tienen prioridad antes que nuestros jugadores”, comentó un preparador físico de la liga.
Por su parte, Mike Bass, el portavoz de la NBA, no dio más detalles sobre esta posibilidad pero aseguró que la prioridad de la liga es “el bienestar y salud de todo el mundo” y que la decisión de retomar la temporada se hará siguiendo las directrices de los expertos en salud y del gobierno de los Estados Unidos. Por el momento, sin con el COVID-19 en pleno avance y sin la efectividad de los tests rápidos, el retorno sería un riesgo.
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