Fueron varias las teorías que se propagaron por todo el planeta acerca del origen del coronavirus. La que más tomó fuerza a base de argumentos y justificaciones fue que el virus proviene de un animal infectado, el cual le transmitió la enfermedad a un humano, sin embargo no todos creen que esa haya sido la causa de lo que desencadenó una epidemia mundial.
Entre los reacios a creer en que todo comenzó con un animal está el boxeador inglés Amir Khan, quien se convirtió en el medallista olímpico más joven de la historia de Gran Bretaña, antes de pasar a su faceta como profesional.
El mediático púgil de 33 años se mostró muy seguro a la hora de asegurar que el COVID-19 está estrechamente relacionado al surgimiento de la red móvil 5G y así lo explicó a través de un video en las redes sociales.
“No creo que venga de China. La gente dice que se originó de una sopa de murciélago y serpientes. ¿Creen esas tonterías? Yo no. ¿De verdad creen que el coronavirus no tiene algo que ver con la red 5G?”, se preguntó el británico quien posee un historial de 34 victorias (21 por KO) y 5 derrotas (1 por KO).
“Cada vez que suceden... 3G, 4G, 5G, siempre hay un patrón. En 2003, cuando se lanzó 3G al mundo, hubo un brote de SARS. Luego, en 2009, se introdujo 4G y todos parecían tener un gran brote de gripe porcina. 2020, chicos: 5G, es la causa del coronavirus”, consideró.
Por más descabellada que parezca su postura, hay muchos que piensan lo mismo que el medallista ganador de la presea de plata en Atenas 2004. Los que defienden esta teoría se apoyan en dos afirmaciones: la radiación y la radiofrecuencia.
Los fanáticos de esta idea, que llegaron a derribar torres de distribución y atacar a ingenieros de telecomunicaciones, consideraron que el 5G debilita el sistema inmunitario emitiendo una radiación más dañina y facilitando la entrada del COVID-19 al organismo.
Además, toman como dato que Wuhan (ciudad en la que comenzó a desarrollarse y multiplicarse el virus) fue la primera ciudad china en dar inicio a la red 5G.
Finalmente, también aseguraron que la radiofrecuencia y las ondas de radio que generan las torres podrían ser un conducto de comunicación y propagación, y que es por eso que el coronavirus está en todo el mundo.
Una teoría que quedó totalmente descartada por los científicos, asegurando que nada tiene que ver una red móvil con una enfermedad viral que ya dejó más de 1.2 millones de infectados y 67 mil muertos a nivel mundial.
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