Cristiano Ronaldo, jugador portugués del Juventus, lanzó un mensaje en sus redes sociales concienciando al mundo a que se quede en sus domicilios y ayuden al personal sanitario que está trabajando en la crisis por el coronavirus.
“En este momento difícil para todo el mundo, agradezcamos las cosas que importan: nuestra salud, nuestra familia, nuestros seres queridos. Quédate en casa y ayudemos a todos los trabajadores de la salud que luchan por salvar vidas”, escribió.
Ronaldo está pasando la cuarentena en su país con permiso de su club. Allí, en su ciudad natal de Funchal, cuida de su madre Dolores Aveiro junto a sus hermanas. La mujer de 65 años recibió el alta hospitalaria recientemente tras sufrir un ictus.
El astro portugués fue captado junto a su pareja paseando a sus hijos por las calles de la ciudad durante el fin de semana, respetando las medidas de distancia, en un país donde por el momento las medidas en el estado de alarma son menos estrictas.
En las imágenes se pudo ver al futbolista de pantalones cortos y campera beige, junto a Georgina, vestida con calsas y un buzo rosa. Ambos llevaban un carrito en el que estaban los gemelos Eva y Mateo. También apareció una tercera persona que parecía indicarles un destino.
Portugal alcanzó hoy 140 víctimas mortales por coronavirus y 6.408 casos positivos y se prepara para “un mes crítico”, en palabras del primer ministro, António Costa.
Las autoridades sanitarias lusas subrayaron hoy que la curva de contagios se desaceleró ligeramente en las últimas 24 horas, con un crecimiento del 7,5 %, aunque los fallecidos aumentaron un 17,6%.
El primer ministro destacó los esfuerzos que realizan distintas instituciones lusas para producir test de detección rápida de la enfermedad, como el que desarrolla la Universidad de Lisboa, con capacidad para elaborar 300 equipos por día, destinados, en su mayor parte, al diagnóstico en residencias de ancianos.
Las autoridades sanitarias insisten en que esta semana Portugal recibirá 700.000 mascarillas, más de 200.000 test y 500 ventiladores comprados a China, que se destinarán a los hospitales del país -en su mayoría de la zona Norte y Lisboa, las regiones más castigadas por el virus.
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