Varios de los futbolistas brasileños que brillan en Europa han optado por transitar la cuarentena por el coronavirus en su país, como Thiago Silva o Douglas Costa, y también Neymar Jr. En el caso del atacante del Paris Saint Germain se ha desatado una polémica porque su confinamiento en su lujosa mansión ubicada en Mangaratiba, al sur del estado de Río de Janeiro, no estaría cumpliendo con las recomendaciones para combatir la pandemia mundial.
En sus últimas imágenes publicadas en las redes sociales, se puede ver a Neymar en un escenario que no cumple las pautas de distanciamiento social para dar batalla al COVID-19. “Cansados pero felices. Hasta ‘Davizinho’ (su hijo, David Lucca), entreno hoy”, escribió el delantero junto a dos fotos con varios amigos en una cancha de futvoley.
Todos son personas de confianza del jugador del PSG, aunque no son personas que habitualmente convivan con él. En las fotografías aparecen su preparador físico Ricardo Rosa, sus amigos Beto Paiva y Jota Amâncio, su fotógrafo de confianza Gil Cebola y el empresario Vinicius Martínez, actual esposo de Carol Dantas, la madre del hijo de Ney.
Esto ha generado un gran debate en la prensa brasileña ha porque se contrapone con los consejos emitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar la propagación del virus. Además de lavarse las manos, la OMS aconseja que cada persona se quede encerrado en casa y evite las reuniones, además de mantener un distanciamiento social de al menos un metro.
A esto se le ha sumado que la prensa brasileña también informó que Neymar y algunos del grupo fueron vistos haciendo compras. Según una publicación del periódico O Día, el fin de semana visitaron el supermercado del Shopping Piratas de la localidad de Angra dos Reis. Este medio afirma que la vista al centro comercial fue con “la naturalidad de cualquier día normal”.
“La cantidad de bolsas y carteras en los carritos de compra era suficiente para alimentar a un batallón”, agregaron.
Todas estos factores han generado gran preocupación en el Paris Saint Germain, donde ya habían mostrado su descontento cuando el Neymar decidió irse a su país, y además ahora temen que el jugador no cumpla con los cuidados para evitar el coronavirus y tampoco saben si pueda regresar con normalidad a París cuando sea necesario.
Mientras tanto, el número de muertos en Brasil aumentó de 46 a 57 este jueves 26 de marzo, mientras que los casos confirmados de coronavirus ya llegan a 2,433.
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