Primero algunos países como Australia y Canadá comunicaron que no iban a acudir a la cita si no era reprogramada, la tensión comenzó a crecer, el coronavirus continuó con su expansión y finalmente el COI acordó con el gobierno japonés el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Una medida que alivió a varios atletas celebraron e incluso una leyenda como Michael Phelps.
El nadador estadounidense de 34 años, quien es el atleta olímpico más consagrado de todos los tiempos, ha sido muy transparente con sus problemas de salud mental durante su carrera y entiende que la suspensión de los Tokio 2020 por el brote de COVID-19 le dará tranquilidad a los deportistas para hacer frente a la pandemia mundial.
“Es maravilloso. No puedo imaginar por lo que están pasando los atletas en este momento. Honestamente, me sentí aliviado. Ahora, hay más posibilidades de que podamos vencer esto y hacer lo que tenemos que hacer para salvar tantas vidas como sea posible. Es frustrante que haya tomado tanto tiempo pero me alegró por esta decisión inteligente”, dijo Phelps en diálogo con AP.
Mientras respeta la cuarentena en su casa de Arizona, donde supo del aplazamiento de la cita olímpica, Phelps profundizó sobre el trabajo mental de los atletas de élite y cómo esta crisis mundial iba a afectar sus preparativos. El Tiburón de Baltimore, leyenda por la obtención de 28 medallas (23 de oro), ha lidiado con la depresión y la ansiedad ante de su retiro en 2016.
“Como atletas, tenemos una organización estricta. Generalmente, a esta altura todo el trabajo está hecho y estamos ajustando detalles. Y ahora cuando todas las emociones comienzan a estallar. Realmente creo que la salud mental es muy importante. Simplemente hay que controlar lo que puedes controlar. Es muy difícil de entender. Estamos pasando un mal momento y tratando de entenderlo”, especificó.
Sobre cómo hubiera afrontado este aplazamiento, Phelps dijo que tuvo problemas con un retraso previo a Londres 2012, porque había bajado su motivación y ni siquiera estaba seguro de querer competir. De hecho se retiró después de esos JJOO pero regresó a las piscinas casi dos años después y cosechó otras cinco medallas de oro en Río.
Estos altibajos, mezclados con sus éxitos, hicieron de Phelps una referencia para cualquier atleta: “Algunos ya se han acercado, haciendo preguntas sobre lo que pueden hacer. Todo lo que pueda hacer para apoyar a las personas que quieran intentar cumplir sus metas y sueños, lo haré. Ahora la salud mental es más importante que nunca. Espero que todos se estén cuidando mental y físicamente.”
Mientras disfruta de su esposa y sus tres hijos, y dirige una empresa de trajes de baño y otras firmas comerciales, Michael Phelps espera ansioso poder asistir a unos Juegos Olímpicos como espectador por primera vez. “Soy alguien que realmente ama y disfruta viendo el deporte al más alto nivel. Obviamente sé lo que se necesita para llegar a eso. Tengo muchas ganas de ver cómo les va a todos”, remarcó.
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