En mayo de 2019, el Liverpool de Jurgüen Klopp quedó en la historia al vencer al Barcelona de Ernesto Valverde por 4 a 0 en la semifinal de vuelta de la Champions League, tras haber perdido 0-3 en la ida que se había disputado en el Camp Nou. Aquel partido significó un quiebre para el conjunto catalán, cuya última consecuencia se dio en enero de este año, cuando su entrenador, desgastado por aquella situación y golpeado por la eliminación en la Supercopa de España, acordó su desvinculación.
Esa llave, como ocurre en todo mano a mano, dejó dos caras: una de algarabía y la otra de desazón. Fue el conjunto inglés el que festejó en Anfield ante su público y esta semana Joel Matip, defensor que fue titular en ese encuentro, contó una desconocida anécdota sucedida luego del pitazo final.
“Cuando entré a la habitación para realizar el control antidoping, ahí había un chico sentado y bastante deprimido: Lionel Messi. Conoces a los demás de haber jugado contra ellos, pero no es como si te sentaras a su lado todos los días en una habitación pequeña, como si fueras a tomar un café. Todo el mundo estaba celebrando y yo estaba sentado en un cubículo con Messi”, relató al sitio alemán 11 Freunde.
El Liverpool logró remontar un 0-3 en el segundo tiempo, luego de que la primera mitad terminase 1 a 0 con el gol de Diviock Origi. Fue nuevamente el belga y Gini Wijnaldum, en dos ocasiones, quienes cerraron la goleada y el boleto a la final.
Por eso, Joel Matip venía del culminar una hazaña en el verde césped y de celebrar con sus compañeros: “Después del juego, nos alineamos y nos abrazamos de frente a la grada y junto con los fanáticos cantamos You Will Never Walk Alone (canción emblemática del Liverpool). Ese fue uno de los momentos más hermosos de mi carrera, tal vez en el mismo nivel que mi debut con el Schalke en Múnich”.
Sobre aquel partido, Valverde declaró en diciembre: “Fue un mazazo importante. Agachamos la cabeza. Fue durísimo. Teníamos la final en la mano. Fue uno de los momentos mas duros del año. Se genera esa ilusión que cuando no la consigues se transforma en frustración”.
Aquel partido marcó un quiebre para ambos elencos. El Liverpool pudo coronarse campeón, al vencer en la final por 1 a 0 al Tottenham y actualmente es el líder de la Premier League con una diferencia abismal de 25 puntos sobre su escolta, Manchester City, cuando restan solo 9 fechas por delante, aunque debido a la pandemia de coronavirus es una incógnita saber cuando continuará celebrándose el certamen. Por su parte, el Barcelona pudo ganar la Liga 2018/19, pero esto no le quitó la amargura que significó la frustración en la Champions y tras un cambio de técnico aún no ha podido encontrar un nivel de juego acorde al presupuesto que tiene el club.
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