“Siempre dice que está bien, que no le falta nada, que está a gusto y que lo tratan bien”. Ronaldinho lleva 12 días detenido junto a su hermano, Roberto Assis de Moreira, en la Agrupación especializada de la Policía de Paraguay. El ex enganche del Barcelona, que este sábado cumplirá recluido 40 años, intenta sobrellevar la situación, mientras sigue la investigación por falsificación del documento con el que entró al país, aunque detrás subyace un motivo más profundo: la sospecha de una trama dedicada al lavado de dinero.
Blas Pérez, jefe del cuartel con 195 reclusos donde Dinho pasa sus días, ofreció una serie de revelaciones sobre cómo transita el brasileño el inesperado presente. El fantasista surgido de Gremio de Porto Alegre está alojado en una oficina acondicionada especialmente para él y su hermano. “En su habitación tiene dos camas, heladera, televisión y aire acondicionado”, describió Pérez, en diálogo con la agencia EFE.
Más allá de que se anotó en un módulo para aprender carpintería, su principal distracción sigue siendo lo que lo llevó a ser un astro dentro del mundo del fútbol. “En el patio del penal juega a diario al fútbol sala”, comentó. Y en una nota con el programa radial La Oral Deportiva, agregó: “Tiene la misma magia de siempre”.
Hace casi una semana, y luego de varios días de oficiar sólo como observador, Dinho le pidió prestados los botines a un policía y participó de su primer partido en la cárcel: convirtió cinco goles y regaló seis asistencias en la victoria 11 a 2 de su equipo. Varios de los conjuntos que participan del torneo interno de la Agrupación Especializada lo tentaron para reclutarlo, pero por ahora prefiere jugar recreativamente. El curioso premio del certamen: un cerdo de 16 kilos para degustar entre los vencedores.
Hay una bebida que lo acompaña permanentemente, tanto a él como a su hermano. “Toma mucho café, lo prepara él”, detalló Pérez.
Un tema que inquieta tanto a Ronaldinho como a todo el planeta es la pandemia de coronavirus. Se lo ha comentado tanto al jefe de su reclusión como a los deportistas que lo han visitado, como Carlos Gamarra, Nelson Cuevas y Fernando Lugo. “Está preocupado con lo que pasa con el COVID-19. Se informa de todo por TV”, apuntó.
La Agrupación Especializada cambió sus reglas de convivencia desde hace unos días por la crisis sanitaria. Las visitas quedaron restringidas a los abogados que llevan las causas de los detenidos y a los trabajadores les toman la fiebre cada vez que ingresan y egresan del lugar.
En ese contexto, el ex enlace aguarda por su liberación. Entiende que es inocente. Nadie de su círculo íntimo lo visitó en Asunción. Su hijo le mandó mensajes de apoyo por las redes sociales. Y con su mamá, según Pérez, “habla a diario por Whatsapp”.
“No hablamos de anécdotas de su época como jugador. Sí me ha dicho que desea estar en libertad”, completó la autoridad del penal.
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