Quienes lo vieron dar sus primeros pasos en el fútbol italiano lo apuntaban como uno de esos cracks que asomaban para sentarse en la mesa de los grandes junto a Diego Armando Maradona, Pelé, Johan Cruyff y Alfredo Di Stéfano. Sus condiciones físicas y técnicas eran majestuosas, pero su disciplina afuera de la cancha atentó contra sus posibilidades de jugar al fútbol. La historia de Antonio Cassano es digna de un libro (lanzó su autobiografía) y uno de sus ex compañeros reveló algunas perlitas que pintan al personaje.
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“Ni a Messi le vi hacer las cosas que hacía Antonio Cassano. Un día en un entrenamiento lo vi tirar un centro de taco. La pelota estaba yéndose al lateral, fue corriendo en contra y con el tacazo tiró el centro. Fue algo increíble. Las explico hoy y todavía me cuesta entender cómo lo hizo. De haber sido más profesional hubiera sido de los mejores del mundo sin ninguna duda”, es una de las anécdotas de Leandro Cufré, quien convivió con él en la Roma, en diálogo con Enganche (Radio Club 947).
Cassano, de raíces humildes, debutó en el Bari y rápidamente saltó a la Roma. Luego fue transferido al Real Madrid, donde militó una temporada, y retornó al fútbol italiano para defender los colores de la Sampdoria (dos ciclos), Milan, Inter, Parma y Hellas Verona. Ganó cuatro títulos nacionales a lo largo de su carrera y fue considerado como mejor juvenil de la Serie A en 2001 y 2003. También usó la camiseta de la selección italiana, con la que integró los planteles en las Eurocopas de 2004, 2008 y 2012 más el Mundial de Brasil 2014.
El Bambino fue muy recordado por sus conflictos con entrenadores y compañeros de equipo. “No tenía la cabeza de un gran profesional de fútbol, él pensó que con poco entrenamiento iba a lograrlo todo. El talento lo tenía, pero si no te cuidás un poco, te pasa factura el tiempo. A los 30 años era un ex jugador y eso a uno le duele porque tenía un corazón enorme”, agregó el ex defensor argentino.
Hace algún tiempo reveló que durante su estadía en Madrid (había firmado contrato por seis años pero permaneció apenas 18 meses) se tomaba un vuelo privado cada viernes para volver a Roma: “Comía como un perro y no dormía. Vivía una vida de mierda”. Su desprolija agenda personal lo llevó a sufrir un ACV en 2011 cuando jugaba para el Milan.
No obstante Cufré recordó otro episodio del ex delantero en la Roma que da cuenta de su generosidad: “Había un retirado fisioterapeuta del club que ya no trabajaba pero estaba permanentemente en el vestuario. La estaba pasando mal porque le habían chocado el auto y lo tenía todo destartalado. Un día llegó al entrenamiento y su estacionamiento estaba ocupado por un coche tapado con un cobertor. Se empezó a quejar y a preguntar quién le había quitado el lugar hasta que Antonio descubrió el auto nuevo que le había regalado. Son cosas que solamente hacía él con un corazón enorme”.
La estabilidad que le aportó el casamiento y convivencia con su esposa Carolina, con la que tuvo dos hijos, enderezó su rumbo en la recta final de su trayectoria. Hoy, retirado, hizo ruido por algún cruce mediático con Wanda Nara por Mauro Icardi durante el debate de un programa deportivo italiano. Así como también por sus críticas contra Paulo Dybala, al que alejó completamente de la comparación con Lionel Messi (tiene devoción por la Pulga y le puso Lionel a su segundo hijo por el astro del Barcelona). En un futuro, sueña con ser director deportivo y cazatalentos.
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