La NBA, la UEFA Champions League, las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Fútbol Qatar 2022 y la Liga Española de Fútbol se rindieron ante la pandemia del coronavirus. Pero la Fórmula 1 vive un mundo aparte. Así lo entienden los responsables de Formula One Management (FOM), la empresa que maneja los destinos comerciales de la categoría; y la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la entidad rectora. Sus autoridades tiraron de la cuerda hasta último minuto bajo la excusa de “hay compromisos asumidos”. Esas obligaciones son los 50.000.000 de dólares que se pagan de canon por una carrera de la Máxima. Aunque esta vez, sobre la hora, la avaricia claudicó y el arranque en Australia se canceló. La confirmación oficial llegó a menos de dos horas de que los autos salieran a pista…
El miércoles el marco no era de fiesta en el circuito semipermanente del Albert Park de Melbourne, que por 23ª iba a ser la sede de la apertura de la temporada. No había expectativa sobre si el inglés Lewis Hamilton iba a comenzar a sembrar su séptima corona a bordo de su Mercedes. Había un clima raro. De muchas versiones. De contradicciones en un mundo donde se cancelan eventos de todo tipo para evitar la propagación del virus COVID-19. En ese contexto la F-1 pretendía poner primera…
“Estoy muy sorprendido de que estemos aquí. Está bien que tengamos carreras, pero es increíble que estemos aquí sentados. Ya han suspendido la NBA, mientras la F-1 sigue... El dinero es el rey”, dijo Hamilton en la conferencia de prensa previa. “Es normal plantearse la cuestión. Pero yo no soy el que debe decidir”, indicó el cuádruple campeón del mundo, el alemán Sebastian Vettel (Ferrari). “Se habló mucho sobre si deberíamos estar aquí o no. La F-1 no es inmune al coronavirus. Hay que estar preparados para lo que pueda pasar”, agregó el español Carlos Sainz (McLaren).
El jueves el tema se complicó. Es que cinco miembros de dos equipos, cuatro de Haas y uno de McLaren, presentaron síntomas gripales y fueron aislados. Quedaron en cuarentena en el hotel donde se hospedaron. Al integrante de la escudería inglesa le dio positivo el examen de COVID-19. La misma escuadra de Woking llegó a tener 14 personas en cuarentena que estuvieron en contacto con la persona infectada. El problema fue mayor ya que muchos –o todos- los que trabajan en la Máxima pasaron a ser potenciales portadores del virus.
En este contexto McLaren decidió retirarse del evento. La cancelación de la carrera era algo que se caía de maduro, pero con tanto dinero en juego comenzó un largo y duro pulso de negociaciones. Medios europeos anunciaban que no se corría, pero no llegaba la confirmación oficial. Ante este panorama de incertidumbre los fanáticos se acercaron al circuito para vivir las primeras dos pruebas libres del viernes (jueves por la noche en la Argentina). El tire y afloje siguió. No cesaban las charlas entre los abogados de FOM y la organización local, Australian Grand Prix Corporation (AGPC). Estaban entre la espada y la pared: una delgada línea roja que dividía los millones en juego y un papelón mundial en caso de que los autos encendieran sus motores.
Sin embargo, también hubo un conflicto interno en los boxes. Otra negociación entre los protagonistas, pero no los pilotos, sino los equipos. Sirvió para demostrar quién es quién ya que a pesar de que uno de sus vecinos, McLaren, tenía un miembro infectado y decidió irse, poco les importó a algunos. A las 10:00 hora local del viernes (20:00 del jueves en la Argentina) el panorama estaba dividido entre los que querían correr, Racing Point, Williams, Red Bull y Alpha Tauri; y los que pensaban lo contrario, Mercedes, Ferrari, Alfa Romeo y Renault. Faltaba la postura de Haas, que si bien se negó a correr, aclararon que ellos iban a determinar su postura a la decisión final que tomara Ferrari, quien les provee los motores. Así que su voto era no positivo...
A las 10:18 de Australia, a una hora y 42 minutos de que comenzara el primer ensayo oficial y con gente en las tribunas, llegó la confirmación oficial de FOM de forma conjunta con la FIA. La situación fue muy mal manejada por ellos. Resultó un verdadero papelón. Una falta de respeto al público. El gran circo, ese que se raja las vestiduras y que cumple 70 años en 2020, le quedó grande la situación. Es la primera circunstancia de crisis que afronta Liberty Media, los dueños de la Máxima desde 2017.
El comunicado que la FIA y FOM difundieron expresó:
“Tras la confirmación de que un miembro del equipo McLaren dio positivo por COVID-19 y la decisión del equipo de retirarse del Gran Premio de Australia, la Fórmula 1 y la FIA convocaron una reunión con los otros nueve directores del equipo el jueves por la noche. Las discusiones concluyeron con una opinión mayoritaria de los equipos de que la carrera no debería continuar”.
“La Fórmula 1 y la FIA, con el pleno apoyo de la Australian Grand Prix Corporation (AGPC) han tomado la decisión de que se cancelen todas las actividades de la F-1 para el Gran Premio de Australia”.
“Apreciamos que esta es una noticia muy decepcionante para los miles de fanáticos que asistirán a la carrera y todos los poseedores de boletos recibirán un reembolso completo y se comunicará un nuevo anuncio a su debido tiempo”.
“Todas las partes tomaron en consideración los grandes esfuerzos de AGPC, el automovilismo de Australia, el personal y los voluntarios para organizar la ronda inaugural del Campeonato Mundial de Fórmula Uno de la FIA 2020 en Melbourne, sin embargo, concluyeron que la seguridad de todos los miembros de la familia de F-1 y comunidad más amplia, así como la equidad de la competencia tienen prioridad”.
Luego algunos pilotos dieron su parecer vía Twitter. El séxtuple campeón Hamilton aseguró que “lamentablemente, es la decisión correcta. No queremos esto, nosotros queremos estar arriba de nuestros autos y correr, pero debemos ser realistas y debemos poner primero la salud y la seguridad. La realidad es que esto es realmente serio con personas que mueren todos los días. Hay muchas personas enfermas e incluso si no están enfermas, se ven afectadas financiera y emocionalmente. Nadie sabe realmente el alcance de lo que estamos tratando, pero todos debemos tomar precauciones para mantener a la mayor cantidad de personas tan seguras como sea posible. Sé que es decepcionante, ya que el deporte nos une cuando los tiempos son difíciles, pero es la decisión correcta. Escuche el consejo de todos, manténgase a salvo. Espero volver a competir pronto, pero mientras tanto cuídese”.
“Tendremos que esperar un poco más para volver al auto. Tenía muchas ganas de volver al volante, pero esta es la mejor decisión, la salud de todos es la prioridad. Manténganse a salvo todos”, expresó el monegasco Charles Leclerc (Ferrari).
“Estoy devastado, no puedo competir en mi GP de casa aquí en Melbourne y comenzar la temporada. En última instancia, aunque se ha tomado la decisión correcta y creo que todos pueden entender esto, es algo que nunca hemos visto antes. Perdón a todos los fanáticos que vinieron a apoyar”, sostuvo el australiano Daniel Ricciardo (Renault).
¿Cómo sigue la historia? Chase Carey, director ejecutivo de FOM, aseveró que “estamos aún hablando con los organizadores de las carreras que vienen. Todo está cambiando muy rápido”. Los equipos estarían cerrando sus fábricas hasta fines de marzo. La chance más probable es comenzar el 7 de junio en Azerbaiyán, en el Callejero de Bakú. De confirmarse, se reprogramarán Holanda (pautada para el 3/5), España (10/5) y Mónaco (24/5) para hacerlas en tres fines de semanas consecutivos del 9 al 23 de agosto (las vacaciones de verano europeo). Este viernes FOM confirmó que se pospusieron las fechas en Baréin y Vietnam y que verán cómo pueden reubicarse en el calendario.
Desde el miércoles que el foco no era lo deportivo. El centro de atención dejó de ser si Ferrari podría superar a Mercedes. Se vivió un clima extraño en los boxes de Melbourne. El diagnóstico era reservado y el paciente presentó más complicaciones. Ante las posibilidades de cancelación varios quisieron cruzar la delgada línea roja. Pero esta vez los intereses económicos del circo debieron rendirse ante el COVID-19. El jueves 12 de marzo de 2020 fue histórico, el día en que el show no debió continuar, el mismo que siguió con pilotos que se mataron en un fin de semana. Con esta pandemia habrá que ver hasta dónde y cuándo la F-1 podrá realizar sus carreras. Justo en el año que celebra su 70º aniversario…
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