El Chesapeake Arena estaba completo, a la espera del duelo entre el local, Oklahoma City Thunder, y Utah Jazz, por una nueva jornada de la NBA. Ya estaban dispuestos los cinco jugadores por lado, los árbitros, los entrenadores en las bancas. De repente, uno de los médicos del dueño de casa habla con los jueces; todos vuelven a los vestuarios. La mascota y las porristas estiran sus perfomances por alrededor de 35 minutos, sin información oficial.
La incertidumbre se quiebra cuando el locutor del estadio toma la palabra y lee un comunicado breve, informal: “El juego de esta noche ha sido pospuesto. Están todos a salvo, tómense su tiempo para dejar el estadio y háganlo en orden. Estamos todos a salvo y pueden visitar el sitio de Oklahoma City Thunder para ver los juegos por venir”, señala, sin dar motivo de la suspensión. En el momento de su alocución, se escuchan algunos abucheos, murmullos, algún grito de temor. De todos modos, los aficionados dejan la Arena a paso rápido, pero sin desbandes.
“El partido del miércoles entre Thunder y Jazz ha sido pospuesto”, se limitó a informar la NBA en su sitio en un primer momento. La situación, televisada en vivo y en directo, se dio en el contexto de la pandemia ocasionada por el coronavirus (COVID-19), que en Estados Unidos ya ocasionó 31 muertes y acumula alrededor de 1.000 casos confirmados. Fuentes que citó el sitio estadounidense de la cadena televisiva ESPN informaron que “algunos jugadores presentaron síntomas de enfermedad” en la previa del comienzo del cotejo. Y el apuntado es el pivote francés Rudy Gobert, quien viste la camiseta de los Jazz.
“Rudy (Gobert) y Emmanuel (Mudiay) han sido descartados (enfermedad) para el juego de esta noche”, había anunciado Utah tres horas antes del inicio del encuentro.
Minutos después, la NBA publicó un comunicado mediante el cual suspendió la temporada y confirmó que “un jugador de Utah Jazz dio positivo el test de COVID-19” aunque “el jugador afectado no estaba en la arena”. “La NBA utilizará este hito para determinar los próximos pasos para avanzar en lo que respecta a la pandemia de coronavirus”, concluye el texto. De esta forma, el plantel de Utah, así como los asistentes y el equipo técnico, entraron en cuarentena para advertir si existen otros afectados por la enfermedad; lo mismo ocurrió con la plantilla de Oklahoma.
Habrá que ver qué decisión se toma con los últimos adversarios del Jazz. El lunes, por caso, Utah se midió ante Toronto. Y Gobert disputó el duelo y estuvo 32 minutos en cancha. El sábado 7 jugó ante los Pistons, el viernes, ante Boston Celtics...
Horas antes del suceso se había confirmado el primer partido de la NBA a puertas cerradas: en la madrugada del viernes, Golden State Warriors y Brooklyn Nets iban a enfrentarse sin público en San Francisco. “Debido a las crecientes preocupaciones sobre la propagación del coronavirus, y en consulta con la Ciudad y el Condado de San Francisco, el partido contra los Nets en el Chase Center se jugará sin aficionados. Los aficionados con entradas para este partido recibirán un reembolso por el dinero pagado”, comunicó la franquicia en la que brilla Stephen Curry. Lo ocurrido en Oklahoma directamente puso en pausa la temporada.
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