El drama de Renato Ibarra sigue sumando capítulos. El jugador ecuatoriano fue arrestado el domingo pasado, y vinculado a proceso por el delito de “tentativa de homicidio”, luego de que su mujer y su cuñada lo acusaron de violentarlas físicamente.
La esposa del futbolista del Club América, Lucely Chalá, aceptó hablar con los reporteros de la revista TV Notas para explicar qué ocurrió la noche del incidente y cómo era su relación con el jugador.
De acuerdo con su testimonio, desde que ella y Renato comenzaron a salir de novios, en 2013, él siempre había mostrado un carácter voluble, aunque nunca a al grado de que las discusiones terminaran en agresiones físicas.
“Había discusiones, gritos, era violento con sus palabras, lastimaba mucho, pero nunca me pegó”, detalló la ecuatoriana.
Sin embargo, explicó que los eventos del 5 de marzo obedecieron a una cadena previa de problemas entre la familia del futbolista y la suya.
“Desde que estoy con Renato, hemos tenido problemas con su familia; ellos nunca nos han dejado tranquilos y cuando están ellos, él es otra persona”.
“Y justamente, dos días antes (de la noche de la agresión), Renato mandó traer de Ecuador a sus familiares: su hermana Alexandra, el esposo de ella, Marlon; su hermano Byron y su esposa Tania, y Victor, un amigo en común, quienes se quedaron en nuestra casa”.
Explicó que una semana antes su hermana había llegado de Ecuador para visitarla y ayudarla con el embarazo. "Eso como que le molestó, y me dijo que también venía su familia para protegerlo. Yo le pregunté: ‘¿De qué te van a proteger?’.
Aquella noche, mientras Renato entrenaba con el Club América, su familia comenzó a insultar y agredir verbalmente a Lucely, quien mejor optó por salir de su propia casa, junto con su hermana, para evitar un problema mayor.
La esposa del jugador contó que la violencia comenzó cuando Renato llegó a su casa después del entrenamiento:
“Hablé con él para pedirle que calmara las cosas, que no hubiera problemas. Pero se irritó más. Estábamos en la habitación y él me jaloneó del cabello y me empujó contra la pared."
"Lo hizo pese a que sabía que mi embarazo era de riesgo por la pérdida tan reciente que tuve. Mientras él me pegaba, sus familiares, en lugar de calmarlo, ¡comenzaron a pegarle a mi hermana y luego a mí! Lo bueno es que en la casa estaba un amigo en común, Víctor, quien nos metió a un vestidor”, relató.
Finalmente, agradeció el apoyo y explicó que decidió compartir su caso para visibilizar el problema de violencia de género que actualmente afecta a todo el país:
“Yo no doy esta entrevista por fama o morbo, sino porque oyes de la violencia contra las mujeres y no piensas que eso que les está pasando a miles, te puede pasar a ti. No porque el hombre sea figura pública o él nos mantenga económicamente, tenemos que quedarnos calladas. Gracias a Dios estoy aquí, fui de las pocas que tienen la suerte de quedar vivas y ahorita no estoy en la lista de mujeres muertas por violencia”.
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