El caso por violencia doméstica en el que se vio involucrado el fubtolista ecuatoriano Renato Ibarra se complica. Después de que este domingo fue vinculado a proceso por “tentativa de feminicidio”, se dieron a conocer escabrosos detalles del clima que privaba al interior de su familia.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México que investiga el caso de violencia doméstica, halló de forma preliminar irregularidades como disfunción familiar, agresiones constantes y abandono de hijos.
Además, el parte médico la esposa de Ibarra, Lucely Estefanía Chalá García, es de “pronóstico reservado”. Hay que recordar que la mujer de 24 años está embarazada.
El futbolista fue detenido la noche del jueves por agredir física y verbalmente a dos mujeres: Lucely, su esposa, y Ana Karen Chalá García de 31 años, su cuñada.
El resto de las personas imputadas son tres hombres y dos mujeres: Alex Renato Ibarra Mina, Alexandra Ibarra Mina, Bayron Ibarra Mina, Víctor Hugo Viveros Padilla, Marlon Aguas Alencastre y Tania Aguas Alencastre. Byron y Alexandra son hermanos de Renato.
Lucely fue dada de alta este sábado por la tarde, después de ser hospitalizada por las lesiones que le provocaron y por un riesgo de aborto.
En una primera instancia el jugador del América negó las agresiones en contra de su pareja a través de sus redes sociales.
“Quiero aclarar algunos rumores respecto a que fui detenido por haber golpeado a mi pareja. Esa información es absolutamente falsa. Me encuentro apoyando a las autoridades, debido a un mal entendido en la que lamentablemente está involucrada mi familia”, publicó en Twitter.
El ex futbolista ecuatoriano, Cléber Chalá, aseguró que sus hijas Lucely y Ana Karen fueron golpeadas con alevosía, además de tener evidencia de las agresiones.
No va a poder negar nada. Tengo videos de todo. Para empezar, ¿cómo puede pegarle a una mujer embarazada"
Cléber Chalá describió que el jugador del América abrió la puerta de su casa, donde estaba su hija y dejó pasar a cuatro hombres para que las golpearán. Personas a las que aseguró Ibarra pagó para llevarlos a la Ciudad de México.
"Renato agarra lo que tiene en bolsas y le quiere pegar con eso a mi hija y lo agarran los demás delincuentes que él llevó desde aquí desde Ecuador, porque si no la mata. Se ve claro cuando Renato coge lo que digo y se lanza”, aseguró.
La fiscalía capitalina vinculó a proceso al futbolista del América, mientras que el club reprobó la violencia en contra de las mujeres y dejó en manos de las autoridades el proceso legal.
Por medio de un comunicado en redes sociales, el conjunto azulcrema informó que “reprueba cualquier conducta violenta física o verbal”, además de reiterar su “compromiso para erradicar cualquier violencia de género”.
Sin embargo, no se pronunció al respecto de la situación que vivió su jugador: “Dado que las autoridades de la Ciudad de México están investigando una presunta disputa familiar, el club no se pronunciará al respecto hasta que las autoridades concluyan las diligencias correspondientes”.
Por si fuera poco, el abogado que se encargaba de defender a Ibarra abandonó el caso.
“Ya no seremos nosotros quien tome su caso”, comentó Mark Pérez, letrado que había pasado la mayor parte del viernes en la Fiscalía Desconcentrada de Investigación de la alcaldía Tlalpan y quien estaba a cargo de la defensa del futbolista.
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