Tras declarar ante el juez que investiga la causa sobre su ingreso a Paraguay con documentación apócrifa, Ronaldinho (Ronaldo de Assis Moreira) y su hermano Roberto de Assis Moreira fueron detenidos para que no salgan del país y pasaron la noche alejado de la lujosa suite del hotel cinco estrellas en donde comenzó toda esta historia.
El ex futbolista del Barcelona, Milan y Paris Saint Germain pasó la noche en una oficina administrativa de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional readecuada como celda. Este cuartel funciona de manera improvisada para evitar el contacto de ciertos detenidos con delincuentes catalogados como “peligrosos”.
Según informó el jefe del cuartel, el comisario Blas Vera, el campeón del mundo con Brasil en el Mundial de Corea-Japón 2002 durmió en una cama de una plaza dentro de una oficina administrativa, habilitada como celda en el llamado “cuadrilátero” de la Agrupación.
En este establecimiento, Dinho tiene varios “vecinos VIP”. A pocos metros de su improvisado dormitorio se encuentran encerrados, por ejemplo, el político Miguel Cuevas, quien cumple prisión preventiva imputado por enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y declaración falsa, o el ex dirigente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Ramón González Daher, hermano del ex diputado Óscar González Daher, preso también en el sitio por presuntos delitos como lavado de dinero.
El ganador del Balón de Oro en 2005 recibió distintos tipos de visita durante la noche y pidió comida a una conocida cadena de comida rápida. Una de las personas que acudió al recinto le hizo entrega de un bolso con frazadas y una muda de ropa. Dos abogados también les acercaron objetos personales y de aseo, según informó el diario ABC.
Ronaldinho arribó el pasado miércoles a Paraguay con la intención de participar de una campaña impulsada por la Fraternidad Angelical, que brinda asistencia médica para niñas y niños en situación de pobreza. El plan también incluía la presentación de su libro “Genio en la vida”. Por la noche resultó detenido por las autoridades del país acusado de haber ingresado con un documento adulterado.
Aunque el fiscal Federico Delfino fue el encargado de tomar la decisión de no imputar al ex futbolista ni a su hermano por creer que fueron engañados y que no actuaron con mala fe, la Fiscal General del Estado, la doctora Sandra Quiñónez, fue quien rectificó el pedido de suspensión condicional del procesamiento planteado por los fiscales del caso. De esta manera, y tras la decisión del juez Valinotti, los brasileños fueron detenidos y continuarán bajo la investigación del caso.
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