Hay tenistas que nunca se dan por vencidos. Son persistentes e implacables, y nunca piensan en el set perdido, sino en ganar el siguiente. Juegan centrados en cada punto, en cada revés, en cada bolea. No caen, no se rinden, controlan el miedo y compiten con el corazón. Y así es Renata Zarazúa.
La tenista tapatía llegó esta semana al Abierto Mexicano de Acapulco en el puesto 270 del ránking mundial. Recibió un Wild Car para acceder a la competencia, porque su lugar en la clasificación WTA no le permitía ser seleccionada de forma directa. Pero eso no importó. Y tampoco le afectó que su primera rival fuera la máxima favorita del torneo, Sloane Stephens.
Contra todo pronóstico y frente a un Grandstand abarrotado, Zarazúa salió el martes a la cancha y venció a la sembrada número uno del certamen en una hora y 26 minutos (6-4; 6-2). De ser favorita, Stephens, que ocupa el puesto 25 a nivel mundial, se convirtió en una de las primeras eliminadas. Y la hazaña la logró la deportista mexicana en un partido épico y memorable.
Tras vencer a la estadounidense, Renata avanzó a octavos de final y enfrentó el miércoles su siguiente partido. Le tocó competir contra Katie Volynets, número 394 en la clasificación mundial.
Aunque la mexicana perdió el primer set (4-6), no desistió. Perseveró y se dejó la piel en una segunda parte complicada en la que pudo imponerse (7-5). A pesar de las molestias en el brazo, la tenista tapatía resurgió y fulminó a su oponente en un tercer set implacable (6-0).
En las tribunas, nadie lo creía. A gritos de “Renata” y “México”, e incluso cantando “Cielito lindo”, los asistentes celebraron una victoria apasionante que hizo avanzar a la tenista a cuartos de final y despertó el interés internacional. Un resultado que hizo explotar el orgullo mexicano. Que avivó la esperanza y auguró un futuro prometedor para el tenis femenil en el país.
“Hubo algo, creo fue la gente; estaba un poco nerviosa y todavía estoy vivendo un sueño”, contó la tenista de Guadalajara al terminar el encuentro.
Esta tarde, Zarazúa regresará a la cancha. Juega a las 17:00 horas en el Grandstand contra la eslovena Tamara Zidansek. Y todo México estará apoyando a la deportista que luchó contra los improbables, y que desde el puesto 270 del ránking, ha brillado en el Abierto Mexicano de Acapulco.
El tenis en la sangre: quién es Renata Zarazúa
En realidad, Renata Zarazúa no nació en Guadajalara. Lo hizo en Ciudad de México un 30 de septiembre de 1997, hace 22 años, en el núcleo de una familia de amantes del tenis.
Durante nueve años, su tío abuelo Vicente jugó la Copa Davis y formó doble con las leyendas Raúl Ramírez y Rafael Osuna. Y el padre de la deportista, José Luis Zarazúa, compitió de forma profesional en México.
“A los tres años, yo la llevé para que tomara su primera clase, pero el profesor de tenis me dijo que era muy pequeña aún. Yo le dije: ‘Hazla jugar al menos una vez’ La vio y me dijo: ‘Déjala’”, contó el padre de la tenista en una entrevista en 2013 para ESPN Deportes.
“Renata es una jugadora a la que le gusta competir y esa es una de sus grandes cualidades que la hacen diferente al resto de las niñas", añadió el que era entonces su entrenador, Leonardo Valle. “No es alta, lo cual la obliga a hacer otro tipo de ajustes. Le gusta variar, combinar jugadas. Tiene mucha disciplina, mucha hambre de llegar temprano al entrenamiento e invertir su tiempo. Ese es el signo de un campeón”.
En la entrevista con ESPN, Valle pareció predecir el futuro de Renata. En ese momento, la deportista acababa de entrar por primera vez en el ranking mundial. Y ahora, seis años después, Zarazúa, persistente y capaz, demostró lo que muchos habían visto desde que tenía tres años: que presenta todas las aptitudes para despuntar a nivel internacional.
La tenista de Guadalajara empezó a competir de manera profesional a los 13 años. Cuenta con buenas actuaciones en los torneos de la ITF, -donde ha ganado dos finales singles y 15 dobles-, y en 2019 participó en los Juegos Panamericanos de Lima, representando a México. Su primera victoria en una competencia de la ATP fue en el Abierto de Acapulco de 2018, cuando derrotó 6-3, 6-4, a Kristina Pliskova.
Ese año también logró su mejor posición en el ránking de la WTA, en el puesto 186. Ahora su entrenador es su hermano, Patricio Zarazúa.
Trastornos alimenticios y lesiones de rodillas: los obstáculos de Zarazúa
A lo largo de su trayectoria, la deportista de Guadalajara tuvo que afrontar momentos difíciles. En 2011, después de mudarse a Texas, en EEUU, para entrenar en la Academia de Lavalle y John Roddick, Renata vivió uno de los episodios más duros de su carrera. Sufrió un trastorno alimenticio.
“Nosotros nunca habíamos tenido un problema de esta magnitud", reveló José Luis durante la entrevista en 2013 con ESPN Deportes. "Te descontrola. Sufrimos mucho, pero nos unió más. Fuy muy duro. En toda carrera deportiva hay momentos difíciles y esto fue muy grande, sobre todo porque no lo estás esperando, y requiere de mucho apoyo para enfrentarlo”, añadió.
Un año más tarde, en 2012, se lesionó la rodilla izquierda durante el Gerry Weber Junior Open (en Alemania) y tuvo que pasar por quirófano. Pero eso tampoco la detuvo, y la tapatía continuó entrenando y mejorando para alcanzar sus sueños. Y así, logró avanzar este miércoles a cuartos de final en un partido que despertó el verdadero orgullo mexicano.
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2015 | Victorias: 26 | Derrotas: 21
- 2016 | Victorias: 39 | Derrotas: 31
- 2017 | Victorias: 37 | Derrotas: 32
- 2018 | Victorias: 25 | Derrotas: 28
- 2019 | Victorias: 37 | Derrotas: 25
- 2020 | Victorias: 7 | Derrotas: 4
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