El descargo que hizo Lionel Messi a través de sus redes sociales, en donde respondió a unas declaraciones de Éric Abidal, recorrieron el mundo y fueron tema de debate durante varios días acerca de qué iba a pasar con el ex futbolista del Barcelona devenido en director deportivo del club.
Después de una larga reunión que mantuvieron ambos protagonistas con el presidente Josep María Bartomeu, se resolvió que no se iba a tocar nada. Sin embargo, cuando parecía todo olvidado fue el segundo capitán, Sergio Busquets, el que lanzó una advertencia tras el empate ante el Napoli por 1-1.
El experimentado mediocampista español no podrá disputar el partido de vuelta por los octavos de final de la Champions League en el Camp Nou después de ver una amarilla en el San Paolo con la que llegó a la quinta. A él se le sumarán Arturo Vidal (expulsado) y los lesionados Jordi Alba, Luis Suárez y Sergi Roberto y Gerard Piqué (se retiró tras doblarse el tobillo).
“Sabíamos que corríamos el riesgo de afrontar la vuelta conmigo y con Nelson, tenemos la expulsión de Arturo y esperemos que lo de Gerard (Piqué) no haya sido nada. La planificación ha sido así desgraciadamente y hemos tenido varias bajas importantes que aún las tenemos, pero seamos optimistas, ante nuestra afición podemos ganar”, reconoció el jugador de 31 años tras ganar el premio al mejor jugador del partido.
El mensaje hacía clara referencia al sector de la secretaría técnica, liderada por Eric Abidal. Es que el Barcelona se encargó de vender pero no de reforzarse, a tal punto que tras la lesión de Dembélé el club debió salir al mercado pidiendo permiso a La Liga. Martin Braithwaite fue el elegido, del Leganés, pero no está autorizado a jugar en Champions.
Carles Pérez, Malcom, Coutinho, Rafinha son algunos de los nombres que el Barcelona dejó marchar. “Somos una plantilla corta, no tenemos jugadores de ese perfil para atacar, tenemos que reinventarnos. Nos gusta jugar por dentro”, sentenció Busquets.
En esa misma línea, también habló Quique Setién en conferencia de prensa, en la que admitió que su equipo va muy justo de efectivos, y más para el partido de vuelta dentro de tres semanas en el Camp Nou, donde Sergio Busquets y Arturo Vidal no estarán por sanción.
Setién dijo que ya sabía en qué circunstancias tendría que jugar con un Barça con una plantilla muy ajustada: “Esto ya lo sabíamos. Somos conscientes de ellos y ahora no se puede hacer nada”.
“En la vuelta no jugaremos ni con diez ni con nueve. Encontraremos soluciones”, garantizó el entrenador azulgrana.
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