Antoine Griezmann llegó al Barcelona como el engranaje que le daría el funcionamiento perfecto al tridente ofensivo que tenía como inamovibles a Lionel Messi y Luis Suárez. Si bien su rendimiento fue dispar, hay un punto que sobresale en el listado de las deudas: la conexión con el capitán argentino. Las estadísticas de interacciones entre ellos en los partidos son realmente bajas y el francés ensayó una explicación sobre lo ocurrido luego del empate 1-1 con Napoli por la ida de los octavos de final de la Champions League.
“¿Messi? Es complicado, él está a la derecha, yo más a la izquierda. Es bastante complicado encontrarte con él y que me vea, pero cuando jugamos en el medio, tratamos de hacer uno-dos, trato de hacer pases en profundidad ya que es mi trabajo en el Barça”, analizó en diálogo con la cadena francesa RMC.
Según las estadísticas de Opta, Messi dio 53 pases contra los napolitanos y sólo en 2 ocasiones conectó con el francés, que acumuló 19 interacciones con compañeros y apenas 1 fue con Leo. Antoine anotó el tanto del empate en Italia tras una asistencia del lateral Nelson Semedo en una acción que sí inició Messi en el centro del campo.
“Intento adaptarme al equipo. Sabía que al venir al Barcelona me iba a tomar un tiempo porque ya no depende de mí realizar el juego. Es un trabajo diferente, pero lo importante para mí es ayudar a los compañeros del equipo”, advirtió el futbolista de 28 años que acumula 35 partidos con la camiseta Blaugrana y suma 14 goles.
“Queríamos ganar. Vinimos para ganar, pero no ha podido ser. Nos ha costado encontrar al principio los espacios, crear espacios. No tiramos a puerta en la primera parte. Al final jugamos con el cansancio de ellos y pudimos crear más ocasiones. Hay que trabajar en eso. Me toca a mí darle profundidad, entonces a veces me pueden ver y en otras no. Es obvio que hay que crear espacios; en la primera parte no lo hice mucho y en la segunda intenté dar más opciones”, agregó sobre su influencia sobre el juego del equipo.
Sobre la revancha, que se desarrollará el próximo miércoles 18 de marzo en el Camp Nou, afirmó: “Nos toca jugar en casa que va a ser muy diferente. En la vuelta habrá más espacios, el campo es más grande y estará nuestra gente. Habrá que ganar”. Sin embargo, para ese cotejo el entrenador Quique Setién tendrá una serie de complicaciones: a las conocidas ausencias por lesión de Suárez y Osumane Dembélé, se sumará Sergio Busquets y Arturo Vidal por diferentes sanciones. Además, no podrá contar con el refuerzo Martin Braithwaite porque no está inscripto en la competencia y todavía están en duda Sergi Roberto y Jordi Alba.
Seguí leyendo: