Era un largo regreso a casa, tras 10 días de gira, con cinco partidos en las ciudades de Houston, Boston, Nueva York y Philadelphia. Aunque nadie imaginaba que iba a ser aún más extenso a causa de la tristeza y el dolor por la muerte de el máximo ídolo de la franquicia y uno de los más grandes de todos los tiempos en la historia de la NBA. Ese viaje fue interminable para los jugadores Los Angeles Lakers, conmocionados por la muerte de Kobe Bryant.
La derrota ante los Sixers pasó completamente a un segundo plano cuando la noticia del accidente del helicóptero empezó a correr de asiento en asiento en el vuelo chárter en el que viajaban jugadores, cuerpo técnico, directivos, periodistas y otros miembros de la delegación de los Lakers.
“Era uno de esos vuelos en los cuales los ocupantes de asientos que daban a la ventana bajaban las sombrillas en busca de oscuridad para conciliar el sueño, incluso antes de despegar la aeronave. Sin embargo, no todos podían dormir. Mientras Frank Vogel (entrenador de los Lakers) veía video tras video de jugadas en las cuales los Sixers desmantelaban a su equipo, se le acercó Alison Bogli, directora de relaciones con los medios. Acababa de ver un informe noticioso en su teléfono celular: Kobe Bryant acababa de perder la vida en un accidente de helicóptero”, detalla Dave McMenamin en su artículo en ESPN.
Bogli comenzó a enviar mensajes de texto a varios empleados y dirigentes de la franquicia para corroborar la información y fue Jeanie Buss, propietaria mayoritaria de los Lakers, quien terminó de confirmarla. Y ahí poco a poco empezaron a saberlo los jugadores.
Uno de los que no podría conciliar el sueño era Anthony Davis, quien estaba mirando “Avengers: Endgame” hasta que Dwight Howard y DeMarcus Cousins empezaron a alzar sus manos para llamar su atención, según revela McMenamin. “Me quite uno de los audífonos y Dwight me dice: ‘Murió Kobe’. Y yo, pensando en lo invencible que es Kobe Bryant, digo: ‘¿Qué Kobe?’. Porque estaba pensando no puede ser... no se trata de Kobe Bryant”, cuenta Davis.
Hasta ese momento, LeBron James seguía dormido. Davis ya conocía los detalles y comenzó a moverlo para que despierte, porque además el resto de los integrantes del equipo ya intentaba acceder al Wi-Fi del avión para conocer detalles del trágico suceso.
“Recuerdo que lo primero que LeBron me dijo fue: ‘Dejen de bromear... no de jueguen conmigo’. Yo intentaba conectarme a Internet. Y Dwight (Howard) empezaba a llorar”, contó Anthony Davis.
El entrenador Frank Vogel comenzó a dirigirse uno a uno a sus jugadores para darles la noticia, aunque ya la mayoría estaba al tanto de lo sucedido. LeBron James, quien antes de abordar el vuelo había recibido una llamada telefónica de Kobe Bryant para felicitarlo por su récord de puntos, juntó a todos los jugadores para un abrazo colectivo y lideró las oraciones.
“Fue algo simplemente improvisado, que saltó a mi mente. Creo que era necesario que nos juntáramos y simplemente, darle gracias al Señor en las alturas. A pesar de que, en ocasiones, lo cuestionamos y nos preguntamos por qué hace algunas de las cosas que hace, sabemos que jamás ha cometido un error. Y simplemente pedimos que cuide a Vanessa (Bryant), los niños y a todos nosotros. Fue algo que me llegó de repente y dije lo que sentía en ese momento", explicó el ‘King James’.
Siempre según Dave McMenamin de ESPN, el resto del viaje fue bajo “un silencio asfixiante” y algunos sonidos de llanto. El dolor era palpable. Algunos se hicieron cargo de consolar a otros pero todos estaban conscientes de que era una verdadera tragedia y lo que más deseaban en ese momento era tocar suelo para llegar a casa y reunirse con sus respectivas familias.
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