En un combate dominado de principio a fin, Tyson Fury derrotó este sábado por nocaut técnico en el séptimo asalto al hasta ahora invicto Deontay Wilder y le arrebató el título de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La pelea tuvo muchos condimentos desde la previa, en la que el estadounidense y el británico fueron protagonistas de empujones, amenazas e insultos durante un tenso careo. Fue allí en donde Fury aseguró, entre otras cosas, que quería probar la sangre de su rival.
Lo que parecía sólo una provocación terminó haciendolo real. En el sexto asalto, se pudo ver el momento en el que Gypsy King intentó lamer la sangre que emanaba de la oreja rota de Wilder.
Fury rompió los pronósticos dominando con claridad al estadounidense y llevándole al suelo varias antes de que en el séptimo asalto, desde su esquina, se lanzara la toalla y se decretara el nocaut técnico, lo que provocó breves quejas de un Wilder que se tambaleaba sangrando visiblemente de su oreja izquierda y boca.
Fue en el tercer round en uno de los que el “The Bronze Bomber” recibió más daño. Las imágenes mostraban su perfil izquierdo cubierto de sangre, después de un certero puñetazo de Fury.
Fue desde entonces que bajó su rendimiento y se sometió al británico, que dominó sin inconvenientes el resto del combate hasta su final. La acción que protagonizó “El gitano”, al lamerle la sangre del cuello a Wilder, se volvió viral y muchos usuarios hablaron de eso en las redes sociales.
“Momentazo de Fury cumpliendo su palabra y saboreando la sangre de Wilder. Literalmente le ha lamido el cuello”, “Quería sangre (literal) y lo consiguió” y “Literalmente probó la sangre de Wilder”, fueron algunos de los comentarios.
“Lo castigué con una gran derecha en el tercer asalto y se recuperó para demostrar que es un guerrero que volverá”, destacó Fury, de 31 años. “Será campeón nuevamente, pero diré a todos que el rey ha regresado a la cima del trono”, aseveró.
“Sabíamos y no ocultamos que si presionaba con mi ataque a Wilder el combate estaría bajo mi control y así fue como sucedió porque no pudo aguantar la presión ni mis golpes”, explicó Fury, quien se llevó una bolsa de 25 millones de dólares, la misma que recibió el perdedor.
En cuanto a la posibilidad, ya expresada por Wilder, de que podría haber una tercera pelea que defina al mejor de los dos para siempre, Fury dijo que no tenía ningún problema. Sobre todo porque, de disputarse, la bolsa no sería 50-50 sino de 60-40 a su favor.
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