El saque de Radu Albot fue abierto, complejo de devolver. Jack Sock llegó con lo justo, pero dejó del otro lado de la red una pelota pesada. Su rival apenas pudo posicionarse con el revés y su reacción dejó la bola corta en la red. No fue un tiro más en la historia del tenista norteamericano de 27 años, dueño de cuatro títulos a nivel individual. Sock se derrumbó en el lugar, apenas utilizando su raqueta como una especie de bastón. Durante varios segundos dejó las manos sobre sus ojos, signo ineludible de la emoción más profunda.
Era simplemente una victoria en primera ronda de un ATP 250, el más bajo de la categoría ATP. Era, sin embargo, el fin de una racha de un año y tres meses sin éxitos. De casi abandonar el tenis por una serie de lesiones. Con ese tiro, Sock venció 3-6, 6-3 y 7-6 al moldavo Albot, número 51 del planeta, luego de batallar durante dos horas y 18 minutos. Después de intentar festejar en diez oportunidades diferentes desde fines del 2018 hasta este inicio del 2020.
“Han sido un par de años difíciles, especialmente el año pasado por no haber jugado tanto”, reconoció el norteamericano que en noviembre del 2017 llegó a su mejor posición como 8 del mundo gracias a la conquista del Masters 1000 de París. Estuvo en ese puesto por última vez, casualmente, un 19 de febrero del 2017. Lentamente comenzó una caída en el ranking que se pronunció definitivamente en noviembre del 2018 cuando quedó por fuera del Top 100.
“No creo que ganar Wimbledon pudiera ser más emocionante que este partido. Este triunfo significa mucho para mí y se lo dedico a toda la gente de mi equipo. Sin ellos no estaría hoy aquí”, señaló.
Durante buena parte del 2018 peleó contra los problemas en la cadera, pero todavía faltaba lo peor: en febrero del 2019 sufrió una lesión en el pulgar tras un accidente mientras practicaba snowboard y debió someterse a una operación que lo mantuvo durante seis meses fuera de los courts.
Su última victoria por los puntos se había desarrollado en octubre del 2018 en la segunda rueda del Masters 1000 de París contra el tunecino Malek Jaziri. Luego, Dominic Thiem lo venció en los cuartos de final y marcaría el inicio del maleficio.
Sock fue derrotado durante el 2019 por Alex Bolt, Miomir Kecmanovic, Jordan Thompson, Mikhail Kukushkin, Pablo Cuevas, Jack Draper, Michail Pervolarakis y Sekou Bangoura. Este año lo comenzó con una caída frente a Marcos Giron. Entre medio de toda esta fila de nombres que lo hicieron marcharse en primera ronda de torneos de mayor o menor envergadura, Sock mostró un atisbo de reacción: superó al italiano Fabio Fognini en el torneo amistoso de la Laver Cup en septiembre pasado.
A lo largo de todo ese recorrido, tocó el puesto 253 del ranking antes de quedarse definitivamente sin puntos y abandonar el conteo mundial. Sock desapareció de los listados, lisa y llanamente. De pelear por ser el mejor tenista de su país con John Isner, a un anonimato tenístico.
“El apoyo del público ha sido fundamental. He pasado muchos nervios y solo pensaba en meter la siguiente pelota y ser agresivo con mi derecha. Soy consciente de la situación en la que me encuentro, pero pienso que ganar un partido puede ser un verdadero punto de inflexión en mi trayectoria. Mi tenis suele ir creciendo en los torneos. Me gustaría hacer algo importante aquí”, señaló quien consiguió levantar un match point en contra ante Albot y en la siguiente fase de Delray Beach se topará contra su compatriota Steve Johnson, quien en el 2016 lo acompañó para conquistar la medalla de bronce en el torneo de dobles de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
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