Para la dirigencia de la FIFA, el VAR (Video Assistant Referee, según sus siglas en inglés) nacía como una solución, un nuevo camino hacia un fútbol más justo, la posibilidad de dejar los errores arbitrales en el pasado.
El VAR, cuyo uso fue aprobado en 2016 por la International Board y supervisado por el ex árbitro italiano Pierluigi Collina, partió desde la propuesta de finalizar con los “errores, claros, obvios y manifiestos”. El presidente de FIFA, Gianni Infantino, se manifestó sobre la evolución durante sus tres años de implementación. Sucedió en octubre, durante la ultima exposición en el Festival del Deporte, en la ciudad Italiana de Trento: “Gracias al VAR el fútbol es más bonito, más justo y más limpio”.
La pregunta es: ¿se logró? No. Y nacieron nuevos conflictos y reclamos en las ligas donde se instaló el VAR. Tras una ola de quejas, la Federación Italiana, que desde el 2017 aplica la Asistencia Arbitral por Video en sus competencias, envió una propuesta para su estudio, basada en las quejas de sus miembros. La misma será evaluada en la renuión anual de la IFAB, el próximo 27 de febrero.
En sus principales párrafos, la nota manifiesta: “Ante las quejas recibidas en las últimas semanas por parte de varios clubes de la Serie A, envío una sugerencia a la FIFA de ensayar que los clubes puedan ensayar una revisión VAR, de acuerdo a un nuevo protocolo, con los tiempos y las modalidades que decida la IFAB”. Es decir, plantea la posibilidad de que los equipos tengan la chance de pedir VAR en distintos momentos de un partido, algo que ya ocurre en deportes como el baloncesto o el tenis.
La Federación italiana justifica su solicitud en que “se puede acercar el fútbol a los aficionados, sin reducir la autoridad del árbitro, sino dándole herramientas concretas de ayuda”. Si la sugerencia fuera aceptada, comenzaría un nuevo protocolo que sería más participativo y menos autoritario. Siempre la decisión final la tendría el árbitro principal a la hora de aceptar y dar una respuesta en la revisión.
Permitir una vez en cada tiempo a cada director técnico o quien se nomine, poder solicitar una revisión no estimada, como ocurre en el tenis, acorde a un protocolo y antes de que se reanude el juego, flexibilizaría y le daría otro sentido de justicia a la aplicación del recurso. Aceptada la propuesta, el árbitro y el VAR procederán y el juez tomará su decisión, según “su criterio de acuerdo a su opinión y de acuerdo a las reglas de juego y a su espíritu”. Así se finalizaría la polémica respecto de por qué se revisan algunas jugadas y otras no: los protagonistas tendrían voz.
Ahora, sólo nos restará esperar cuál será el espíritu con el el órgano rector estudiará la propuesta.
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