La reanudación de la Champions League fue uno de los momentos más esperados del planeta futbolístico. El encuentro que animaron Atlético Madrid y Liverpool en el Wanda Metropolitano fue una muestra del espectáculo que entrega la competición más codiciada de Europa. Incluso el recibimiento de los jugadores del Colchonero al estadio representó la emoción con la que se vivió el partido.
La humareda roja y blanca que envolvió al micro que trasladó a los protagonistas cargó de expectativa al escenario que se plagó de figuras. Personajes de la talla de Van Dijk, Fabinho, Salah, Mané, Correa, Alisson, Koke y Morata, entre otras, alimentaron el choque que se vivió en la capital española.
Para sorpresa de los ingleses, el dueño de casa mostró una agresividad inesperada y a los cuatro minutos de iniciado el pleito logró romper la resistencia del arquero brasileño a través de un tiro de esquina. Un despeje defensivo que no se concretó y el oportunismo de Saúl fueron las claves para que el combinado de Diego Simeone festeje el prematuro 1 a 0.
Con la ventaja a su favor el Atlético Madrid optó por refugiarse en su campo para apostar por los contragolpes. A pesar de las amenazas constantes de los hombres más incisivos de Anfield, los del Cholo pudieron aumentar la diferencia a través de Álvaro Morata, quien dilapidó una clara chance frente a Alisson en un mano a mano que hubiera cambiado la historia.
Antes de que finalice la primera etapa el circuito ofensivo de Klopp arrinconó al Colchonero contra el arco de Oblak. Las proyecciones de Alexander Arnold y la calidad de Salah eran los argumentos más sólidos para desarticular a la defensa ibérica, que de no ser por el sacrificio de Felipe el empate se hubiese establecido en el cierre del primer tiempo.
El complemento comenzó bajo la misma sintonía. Un Aleti que presionó con intérpretes como Correa y Vrsaljko; y un Liverpool que respondió mediante la dinámica y el peligro de la estrella egipcia. Sin dudas, el partido estaba abierto y la serie se cargaba de suspenso.
El Atlético Madrid se sentía cada vez más cómodo con el desarrollo del juego. Incluso mereció más. Pero Álvaro Morata fue el responsable de desperdiciar las claras situaciones de riesgo que gestaba el conjunto de Simeone. Sin embargo, al técnico se le terminó la paciencia cuando el ex delantero del Chelsea hizo el ridículo cuando tuvo un penal en movimiento. La caída aparatosa y la definición con las dos piernas juntas expusieron al artillero de la pólvora mojada. En su lugar ingresó Vítolo.
Con el transcurso de los minutos los de Klopp pusieron contra las cuerdas al local. Un remate de Henderson que se fue a centímetros del palo despertó los suspiros en la capital ibérica, pero la fortuna continuaba del lado albirrojo.
El resultado final dejó un sabor favorable en el Atlético. El hecho de mantener su valla invicta y la ventaja adquirida son algunas razones que despiertan la ilusión del último campeón. Aunque la parada en Anfield no será nada fácil. Todo dependerá del planteo que realice el Cholo.
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