“Tengo una cosa que decir sobre la moda. Cuando lo hacía, tenía que cumplir en el campo, si no lo hacía me iban a criticar aun más (...) Creo que ahora es más normal de lo que era hace 10 años cuando yo estaba jugando (...) Llevaba cosas al campo que eran diferentes, aparecía con tatuajes o cosas extrañas y la gente me criticaba”, recuerda David Beckham en una entrevista que compartió recientemente con el astro brasileño Neymar, uno de los tantos “aprendices” del inglés en lo que a marketing futbolístico se refiere.
De jugador cuestionado a Caballero del Imperio Británico, condecorado por la Reina Isabel II en el Palacio de Buckingham. Spice Boy puede darse el lujo de ser uno de los primeros jugadores en hacer de su cuerpo un negocio.
Amante de la moda y la estética, además del fútbol, el inglés se convirtió en uno de los pioneros en aparecer con dibujos en su piel. En las primeras presentaciones llamaba la atención su nuca por sobre el resto del cuerpo, en la que se veía una cruz con dos alas tatuada. Posteriormente fueron sus brazos, su espalda y su cuello los que aparecieron cubiertos de tinta.
Lo que antes era una rareza Beckham lo convirtió en algo normal, y se volvió algo casi imprescindible a la hora de ser un futbolista profesional.
Al igual que su piel, su pelo también mutó de múltiples formas: trenzas, rapado, desmechado, con una cresta, largo, con una cinta. Lo tuvo todo, marcó tendencia y le sirvió a la hora de ganar patrocinadores y publicidades.
“Las cosas empezaron a cambiar realmente con los hombres cuando empezamos a trabajar ocasionalmente con David Beckham”, aseguró tiempo atrás Stefano Gabbana, diseñador y co-fundador de la casa Dolce & Gabbana, al diario Los Angeles Times.
“Él fue el canal que necesitábamos para hablarle a los hombres. Los hombres dijeron: ‘Si él lo usa, puedo usarlo yo también’. Antes de eso, se pensaba que la moda masculina era solo para gente extraña. Los hombres le tenían miedo a vestir algo especial”, agregó.
Mientras su pierna derecha le daba grandes resultados dentro del campo, su estilo lo hacía afuera. Su relación con Victoria Adams, quien en ese entonces era integrante de las Spice Girls, influyó mucho en su forma de ver el fútbol y cómo hacer negocios con él.
Tras su casamiento en 1999, ambos se volvieron un ícono de la moda y el marketing apareciendo en marcas de ropa, revistas de moda, perfumes, cosméticos y productos tecnológicos y alimenticios.
Con 20 años, David Beckham no sólo ocupaba las primeras planas de los diarios deportivos, sino que también comenzaba a aparecer en las portadas de las secciones de espectáculos o los magazines. El “crack” británico de rasgos bonitos supo intercalar ambas profesiones hasta un punto en el que los acuerdos publicitarios terminaron generándole más ganancias que los contratos futbolísticos.
Sus cambios estéticos fueron tema de debate, sobre todo con uno de sus entrenadores, Sir Alex Ferguson: “Estábamos en el vestuario y quedaba una hora para comenzar el encuentro cuando Sir Alex me dijo que me tenía que quitar la cresta. Le dije al principio que no, pero cuando vi como cambiaba su cara, me fui rápidamente hacia el cuarto de baño para afeitarme”, reveló Beckham años atrás, y agregó: “Él era muy estricto. Lo hizo por la reputación del club, quería que todos los jugadores tuviésemos una imagen profesional porque estábamos en Wembley”
Películas, videos juegos, y primeras marcas de ropa, perfumes y productos de tecnología. Según el experimentado técnico del conjunto inglés, el jugador había bajado su rendimiento a causa de lo que pasaba fuera de los terrenos de juego y decidieron darle salida. Sin embargo, su fichaje por el Real Madrid en 2003 aumentó todo lo que había producido el futbolista hasta ese momento. Florentino Pérez, conocedor de lo que representaba la imagen del inglés, pidió expresamente los derechos de imagen del jugador y vendió más de 5 millones de camisetas con el nombre Beckham estampado en la espalda con el dorsal 23.
“Becks” continuó con su buen juego y sus negocios extrafutbolísticos. Para el 2004 ya había firmado un contrato de por vida con Adidas, el cual le presentaba ganancias de 160.8 millones de dólares, mientras que para 2011 Footwork Productions (la empresa que manejaba sus derechos) recaudó más de 23 millones de dólares en contratos, de los cuales 20 fueron directamente al bolsillo del británico.
En 2009 se dio el lujo de rescindir un millonario acuerdo con una marca de gaseosas, de la que fue la cara durante una década a cambio de 2 millones de dólares por año: “He hecho de gladiador, vaquero, surfista y he trabajado con Beyonce y Jennifer López, al igual que con algunos de los nombres más grandes del fútbol mundial. Espero que quien haya visto esos trabajos haya disfrutado tanto como yo haciéndolos”, dijo antes de despedirse, argumentando que iba a poner sus energías en otros anunciantes.
Sólo por nombrar algunos años, en 2013 (última temporada como futbolista, en el PSG) ya superaba a Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Ronaldinho, como el jugador más rico del mundo con una suma de 260.1 millones de dólares, según Forbes.
Su desembarco en la MLS fue otra de sus grandes jugadas. Su imagen acaparó todas las miradas y desde su llegada a los L.A GAlaxy en 2007 la liga comenzó a crecer en audiencia. Según detalló EFE, el promedio de asistencia al inicio era de 16,770 espectadores y cuando concluyó su contrato de cinco años alcanzó los 22,113.
Pero su salario, de más de 7,5 millones de dólares por temporada, no fue lo que realmente convenció a Beckham de arribar a Estados Unidos, sino que en el documento que firmó había un apartado que aseguraba que iba a contar con contratos publicitarios que incrementaran esa cifra hasta los USD 250 millones, además darle el derecho a comprar en un futuro un equipo de la MLS.
Tras su retiro, la liga norteamericana cumplió y le otorgó la franquicia de Miami por 25 millones de dólares en 2014.
Desde ese momento, dejó de lado el hecho de hacer negocios con su imagen para dedicarse de lleno a su mayor proyecto: el Inter de Miami, el cual debutará en marzo después de años de tramites, habilitaciones y obstáculos.
David Beckham hizo historia dentro del fútbol y fue un adelantado a su época. Hoy el futbolista vive tanto de su carrera deportiva como publicitaria: Neymar, Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann, son algunos de los que supieron seguir la estela que dejó el británico dentro del mundo del marketing deportivo.
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