En el triunfo 3 a 2 ante el Betis, Lionel Messi fue otra vez la gran estrella del Barcelona, equipo que depende pura y absolutamente de él para obtener algún resultado positivo. El juego del equipo de Quique Setién sigue sin convencer en su juego y esta vez se notó, como contra el Athletic de Bilbao por la Copa del Rey, que el capitán se ha puesto el equipo al hombro.
Ya en los primeros minutos quedó en claro que el argentino quería ganar y protagonizó un par de apiladas de rivales que terminaron con faltas en mitad de cancha. Su primera aparición decisiva fue a los ocho minutos, con una asistencia sensacional para De Jong, quien controló de pecho y definió para el 1 a 1.
El capitán estuvo fino para las asistencias. Dio además las otras dos, en los tiros libres que cayeron en Sergio Busquets, en el final del primer tiempo, y Clément Lenglet, en el complemento. Pero falló en la definición.
Messi ha marcado apenas dos goles en los últimos nueve partidos, lleva cuatro encuentros sin convertir (la última vez fue ante el Granada el 19 de enero) y en sus últimos 30 remates ninguno ha terminado adentro del arco. Este domingo, no fue la excepción.
Joel Robles, arquero del Betis, le ganó el duelo. Fueron tres las que les tapó al capitán, dos mano a mano y un disparo de media distancia.
Además, La Pulga quiso emular el tanto que le marcó al cuadro sevillano en 2019, cuando la picó desde un ángulo que parecía imposible. Sin embargo, en esta ocasión su disparo se fue apenas afuera, por lo que su exquisita definición no pudo acabar con festejo.
Sobre el final, cuando el conjunto catalán se quedó con 10 hombres por la expulsión de Lenglet, Messi pasó a jugar de centrodelantero como única referencia en la zona alta, ya que Griezmann bajó al mediocampo y luego salió en lugar de Ivan Rakitic.
En esos minutos, el 10 encabezó varios contragolpes, pero sus compañeros no supieron aprovechar sus asistencias. Además, en una sus incursiones al área, Marc Barta lo sujetó de la camiseta hasta quitarle el balón en una clara infracción que ni el árbitro ni el VAR consideraron falta.
Con el triunfo, el Barcelona se mantiene como único escolta del líder, Real Madrid, a tres puntos de diferencia y en la próxima jornada recibirá al Alavés en el Camp Nou.
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