Por el secuestro virtual del que fue víctima la boxeadora Alma Nora Ibarra y su entrenador Carlos Medellín, en Boca del Río, Veracruz, pidieron 300,000 pesos por cada uno.
Ella se encontraba en dicho estado porque enfrentaría la final welter del Torneo Cuadrangular de Boxeo, última etapa previa al clasificatorio de Juego Olímpicos 2020, lo cual no fue posible por la situación que vivieron ella y su entrenador y que le impidió presentarse al pesaje.
La atleta relató para Milenio lo que vivió entre el pasado miércoles en la noche y jueves. “Después del pesaje, se comunicaron con mis papás, les dijeron que nos tenían, que buscaran dinero; ellos nos avisaron que pedían 300,000 pesos por cada uno. Mi entrenador estaba preocupado porque no tenía manera de conseguirlo”.
Los extorsionadores le comentaron que los papás de Alma habían conseguido parte del dinero que estaban solicitando. Posteriormente, llegó la policía y le indicaron que “tenían el reporte de la Federación —de boxeo— y todo, pero yo no sabía si creerles. Entraron a la fuerza. Literal, tumbaron la puerta y nos sacaron”, añadió.
De regreso al hotel en donde estaban hospedados y escoltados por la policía ministerial, se enteró que su familia ya había depositado el dinero.
Ella estaba dispuesta a pelear si era necesario. Pero cuando llegaron a la federación le dijeron que no era conveniente que subiera al ring porque tenía más de 24 horas sin comer y más de 12 horas sin dormir. El lunes la federación evaluará su situación. Ibarra acotó que espera que le puedan dar la oportunidad. “No fue algo que estuviera en nuestras manos”.
La pesadilla comenzó cuando contactaron vía celular a Carlos Medellín y le dijeron que tenía que ir por la pugilista, “porque nos tenían que sacar del hotel, había gente armada y que era por nuestra seguridad; al principio fue así, que era por nuestra seguridad, que no iba a pasar nada, que ellos querían hablar conmigo, tranquilos, o que, si prefería que llegara gente a mi habitación con cuernos de chivo, abriendo la puerta a la fuerza para sacarme”.
La comunicación que establecieron con los extorsionadores fue por llamadas y videollamadas. A media noche, les dieron la instrucción de que tenían que dejar el hotel donde estaban hospedados y que tenían que abordar un auto, el cual los traslado a otro hotel, sitio en donde permanecieron ambas personas hasta el jueves a las 2 de la tarde, por lo que no asistió al pesaje.
El número de celular y whatsapp de la boxeadora estuvieron intervenidos. “Contestaban como si fuera yo. Según no me presenté al pesaje porque tenía problemas emocionales y sentimentales con Juan, que imagino se referían a mi entrenador. Fue la respuesta que dieron a varias personas”, comentó Alma Nora.
Este viernes 7 de febrero, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, afirmó respecto á este incidente que ni hombres armados, ni secuestro, sino que se trató de un engaño telefónico (secuestro virtual) y se resolvió inmediatamente.
“Atendimos el caso, se localizó a la boxeadora en otro lugar y se le protegió, fue un engaño telefónico, de todas maneras, nosotros actuamos de inmediato, se atendió y se puso en resguardo”, comentó el gobernador.
La Conade informó el 6 de febrero por la noche sobre el hecho a través de su cuenta de Twitter y acotó que se habían comunicado con la atleta y su entrenador, quienes se encontraban bien y estables.
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