El defensa de las Chivas, Antonio Briseño, protagonizó un momento que fue incómodo para los aficionados del equipo ya que apareció en un video subido a la red social Instagram en donde baila al ritmo de la canción Danza Kuduro, del cantante puertorriqueño Don Omar.
El defensa, que se formó en la cantera de los archirivales rojinegros del Atlas, ha sido uno de los elementos de los que más se espera desde que fue fichado el 2 de julio del año pasado por el Club Deportivo Guadalajara.
El video fue fuertemente criticado en las redes con mensajes homófobos, donde su rendimiento también fue atacado ya que para algunos aficionados puso en evidencia la falta de compromiso con el equipo. El Rebaño Sagrado no atraviesa por su mejor momento al contar con seis puntos de 12 posibles.
Chivas no ha iniciado el torneo Clausura con buenos números, ya que sólo ha podido obtener tres empates y una sola victoria. Siendo los resultados más recientes, los empates logrados contra Atlético de San Luis, Toluca y Pachuca, lo que ha puesto en la mira el trabajo de Luis Fernando Tena.
La carrera de Briseño despegó después de ser pieza clave en el campeonato mundial ganado por la selección mexicana Sub-17 en el 2011, pues su gol fue el que sentenció la final contra el equipo de Uruguay. Fue uno de los defensas más destacados, llegando a estar entre los tres jugadores más valiosos del torneo.
A pesar de todo ello y de ser nombrado capitán del equipo para el próximo periodo mundialista de categorías inferiores, no tuvo la misma suerte dos años después, quedando la Selección Mexicana en fase de grupos.
Es en las divisiones inferiores de la selección en donde Briseño logró encontrar el éxito, pues además de ser campeón del mundo, pudo coronarse como campeón en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en el 2014.
Luego del campeonato mundial, Antonio Briseño captó la atención de Ricardo “El Tuca” Ferretti, quien solicitó el traspaso del jugador, siendo los Tigres UANL su nuevo equipo.
En Tigres vio pocos minutos, permaneciendo a la sombra de jugadores con más experiencia. Sin embargo, a pesar de que su escasa participación en el torneo, pudo aparecer en la final y logró coronarse campeón, venciendo a los Pumas de la UNAM.
Pese a ello, Briseño siguió sin poder encontrar minutos en el plantel de Tigres y fue cedido al FC Juárez, con la intención de incrementar su ritmo de juego y su tiempo en las canchas. Por esta misma razón no fue elegido para formar parte del equipo olímpico de Río 2016.
Tras finalizar su periodo en el equipo de Juárez, “El Pollo” tuvo que regresar a Tigres, donde una vez más no encontró cabida. Por ello fue cedido a préstamo para el equipo de Veracruz, donde ganó más minutos y la confianza de Carlos Reynoso y de Juan Antonio Luna, a quienes les agradó tenerlo como uno de los centrales titulares en el equipo.
Tras concluir su periodo en Veracruz, una oferta del fútbol portugués apareció para llevarlo al Feirense, en donde tuvo constantes apariciones y, a pesar de que la aventura europea no pudo salvar a la escuadra lusitana del descenso a la segunda división, sí lo hizo para elevar su habilidad y generar el interés del Club Deportivo Guadalajara, que pagó una cifra de un millón de dólares para poder evitar la renovación de contrato con el Feirense y asegurar el regreso de Briseño a la liga mexicana.
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