Las autoridades de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos y de la oficina del Sheriff de Los Ángeles brindaron una conferencia de prensa en la que ofrecieron detalles de la investigación del accidente en el que murieron la leyenda de la NBA Kobe Bryant, su hija Gianna María y otros siete ocupantes del helicóptero que los trasladaba hacia la Mamba Academy, propiedad del deportista, donde iban a presenciar un partido de básquetbol.
Con el correr de las horas, las autoridades pudieron identificar a todas las víctimas fatales del accidente que no dejó sobrevivientes: se trata de Christina Mauser, entrenadora de básquet, y Alyssa Altobelli y Payton Chester, compañeras de equipo de la pequeña Gianna. Entre los ocupantes del helicóptero también se encontraban John y Keri Altobelli, padres de Alyssa, y Sarah Chester, madre de Payton. Por último, Ara Zobayan, de 50 años, fue el piloto que no pudo superar las duras condiciones climáticas. Era, además, esposo de Sarah y padre de Payton.
Pero la investigación recién comienza. Los encargados de brindar la información subrayaron que debieron acordonar la zona del accidente debido a la cantidad de curiosos y a los aficionados al básquet que se acercaron para ver desde cerca el lugar donde murió Kobe. “Hemos tenido algunos temas con drones, paparazzis a la noche, gente que trató de llegar a pie. Los hemos ahuyentado a todos y establecido un perímetro. Vamos a estar en la escena recolectando evidencia durante cinco días”, confirmaron.
“Comenzamos a recuperar restos en la noche de ayer y continuaremos haciéndolo durante los próximos días”, agregaron. Y dejaron una sentencia fuerte respecto de si después del impacto y del incendio alguno de los pasajeros podría haber sobrevivido: “La escena del accidente es bastante devastadora”.
Las condiciones climáticas en el área de Los Ángeles, con una densa neblina, no eran los ideales para volar. La mayoría de los helicópteros, incluidos los policiales, habían decidido permanecer en tierra. Pero el Sikorsky S-76B contó con una autorización especial para volar llamada VFR (Special Visual Flight Rules, o autorización especial de reglas de vuelo visual especial). Aún así, los controladores aéreos le advirtieron en determinado momento que estaba volando “demasiado bajo” poco antes de que el aparato se estrellara, de acuerdo a un audio que ha trascendido.
Los Ángeles Times publicó la versión de testigos que aportan datos para comprender qué fue lo que ocurrió. La aeronave, que tenía todos los papeles en regla, se estrelló poco después de sembrar la alarma entre los vecinos, que oyeron el ruido de sus aspas muy cerca.
“Estaba sentado en la mesa de mi comedor el domingo por la mañana cuando escuché el zumbido de las palas del helicóptero. Era una mañana nublada, con visibilidad a menos de 20 metros. Miré hacia una ventana cercana en mi casa de Calabasas y escuché un estallido masivo, seguido de unos segundos de silencio. Luego, una bola de fuego estalló en una ladera de Las Virgenes Road”, explica Richard Winton, periodista del sitio de noticias estadounidense, quien inmediatamente tomó unos binoculares para observar mejor la situación.
El helicóptero, construido en 1991, partió del aeropuerto John Wayne a las 9:06 am del domingo, según los registros de vuelo disponibles al público. Luego sobrevoló la ciudad de Los Ángeles de sur a norte rumbo a El Monte sin reportar accidente alguno. 40 minutos después de haber despegado se estrelló en un monte que se puede ver fácilmente desde Santa Mónica.
“El último contacto fue a las 9:45 AM y es consistente con la ubicación del accidente”, aseguraron las autoridades en la conferencia. “Parte de la investigación se enfocará en determinar si podía viajar con el nivel de neblina que había”, confirmó el sheriff. "Hay una zona de impacto en una de las colinas. Una parte de la cola está más abajo, a la izquierda. El fuselaje está en otra área. El rotor principal está a 100 yardas (el equivalente a 90 metros). En total, los elementos se extienden a lo largo de 500-600 yardas (450 o 550 metros)”, describieron.
“No hay caja negra. No es un requisito. Había un iPad con información del vuelo y del clima. Vamos a ver otros objetos electrónicos para encontrar más información”, plantearon como herramientas para desentrañar las razones del accidente. “El piloto tenía un certificado comercial y 8.200 horas de vuelo a julio de 2019. Era un piloto experimentado. Entendemos que trabajaba con la empresa desde hacía años”, concluyeron en la rueda de prensa.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: