Las condiciones climáticas en el área de Los Ángeles, con una densa neblina, no eran los ideales para volar en la mañana del domingo. La mayoría de los helicópteros, incluidos los policiales, habían decidido permanecer en tierra. Pero el helicóptero Sikorsky S-76B, en el que viajaba el basquetbolista Kobe Bryant junto a familiares y amigos, contó con una autorización especial para volar llamada VFR (Special Visual Flight Rules, o autorización especial de reglas de vuelo visual especial).
Aún así, los controladores aéreos le advirtieron en determinado momento que estaba volando “demasiado bajo” poco antes de que el aparato se estrellara, de acuerdo a un audio que ha trascendido. En el accidente perdieron la vida nueve personas, incluyendo la leyenda de la NBA de 41 años.
El helicóptero había despegado desde el Aeropuerto John Wayne, en Orange County, con destino a Thousands Oak, al norte de Los ángeles, Estados Unidos. Pero se desplomó en Calabasas, poco antes de llegar a destino.
De acuerdo a las conversaciones que el piloto mantuvo con el controlador aéreo de Burbank, publicadas por el sitio LiveATC, el helicóptero debió volar en círculos durante 10 minutos a poco de comenzar el trayecto debido a que un avión se encontraba en su camino y sus operaciones estaban limitadas por la niebla. Entonces el piloto, identificado como Ara Zobayan, esperó y luego recibió una ruta alternativa para continuar volando.
Las condiciones climáticas eran sumamente adversas ese día debido a una importante niebla sobre la ciudad de Los Ángeles. Tan así que prácticamente todos los helicópteros en la zona, incluyendo los de la policía de la ciudad, cancelaron sus operaciones, según reportes de la prensa local. No está claro por qué Bryant y el piloto decidieron emprender el viaje de todas formas.
Ante esta situación, el controlador de Burbank le pidió al piloto que siguiera las reglas de vuelo visual (VFR), de acuerdo a un reporte del periódico AS, por las cuales debe regirse en todo momento por su contacto visual con el terreno, y evitar la navegación por instrumentos. Aceptó y continuó volando.
Tiempo después el piloto se puso en contacto con el controlador aéreo de Van Nuys, que le indicó la presencia de viento calmo y visibilidad de dos millas y media (unos cuatro kilómetros). También le pidió que informara si pasaba a volar según reglas de vuelo instrumental (IFR), que en situaciones de extrema falta de visibilidad puede ser útil. El hombre acusó recibo de esta información y reportó que continuaría volando según VFR.
Cuando el controlador aéreo de SoCal intentó contactarse con el helicóptero, ya no recibió respuesta. Su última advertencia dedicada a Zobayan fue sobre la baja altitud que estaba registrando el aparato: “72EX [matrícula del aparato], sigue volando muy bajo para poder hacer un seguimiento del vuelo ahora mismo”. La repitió una vez más, pero no obtuvo respuesta.
Minutos después, el Sikorsky S-76B trepó a una altitud de 2.000 pies (600 metros) antes de colisionar con una colina a 1.700 pies (500 metros) de altura, tras un vuelo de 39 minutos.
No estaba claro por qué el contacto radial se había perdido momentos antes de que el helicóptero se estrellara.
La aeronave pertenecía y estaba operada por la empresa Island Express, dedicada al transporte de personas en la zona. Según reportó el periódico The Sun, la compañía tuvo dos accidentes fatales en su historia previa, uno en 2008 y otro en 1985.
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