Rafael Nadal sigue con su paso arrollador en el Abierto de Australia, pese a declarar que no llegaba de la mejor manera al primer Grand Slam del año. Luego de dejar en el camino en sets corridos al argentino Federico Delbonis, el español ahora apabulló a su compatriota Pablo Carreño Busta por 6-1, 6-2 y 6-4.
De esta manera, el número uno del ranking ATP se medirá en la cuarta ronda al controvertido Nick Kyrgios, quien más tarde dejó en el camino en un maratónico partido de más de cuatro horas al ruso Karen Khachanov por 6-2, 7-6, 6-7, 6-7 y 7-6.
Este partido, que cuenta con un historial bastante parejo (4 victorias para el europeo y 3 para el oceánico), tendrá un condimento extra, ya que en su partido de segunda ronda ante el francés Gilles Simon, el local se burló del español.
El actual número 26 del ranking ATP fue nuevamente el centro de la atención en el circuito al imitar los tics que tiene Nadal antes de cada servicio. Estaba arriba en el marcador (6-2, 5-4, 30-15) y a punto de ejecutar su servicio, cuando el juez de silla le aplicó una advertencia por ‘violación del tiempo de saque’.
Tras sacar, jugar el punto y ganarlo, Kyrgios seguía molesto por el warning del árbitro catalán Jaume Campistol y se quejó de la decisión imitando al español, tocándose primero las sienes, como si se quitara el sudor, y luego haciendo como si se acomodara el calzoncillo.
Luego de su victoria ante Carreño Busta, Nadal fue consultado por el australiano. “Yo he venido aquí a jugar a tenis”, fue la primera respuesta que lanzó. Sin embargo, al ser consultado sobre cómo en su relación, no dudó. “No lo conozco personalmente para tener una opinión clara, honestamente. Es evidente que cuando hace esas cosas, en mi opinión, no es bueno, no me gusta. Cuando juega buen tenis y muestra su pasión por el tenis, es un jugador positivo para nuestro circuito. Y yo quiero un circuito más grande, no uno más pequeño”.
“Los jugadores que hacen más grande el circuito son importantes. Cuando él está listo para hacer su mejor tenis y jugar con pasión, es uno de esos jugadores. Cuando hace lo otro, claramente no me gusta”, concluyó.
Vale mencionar que este no es el primer cruce entre ambos. En julio del año pasado, durante un partido de tercera ronda de Wimbledon, Kyrgios le propinó, adrede, un pelotazo al español. "¿Por qué debería pedir perdón? Quería apuntar a propósito al pecho, sí. ¿Cuántos Grand Slams ha ganado, cuánto dinero tiene en su cuenta? Creo que puede recibir una bola en el pecho”, reconoció el polémico tenista.
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