La Liga estadounidense de fútbol (MLS, por sus siglas en inglés), espera por una bomba en el mercado que pueda suplir la inesperada salida de Zlatan Ibrahimovic. Es precisamente el LA Galaxy quien planea volver a romper el mercado y fichar, en los próximos días, a Javier “Chicharito” Hernández.
Sin embargo, hasta ahora el arribo del máximo goleador histórico de la selección mexicana es todo menos oficial. En la costa oeste, en particular en las playas angelinas, ya lo espera su compatriota, Jonathan Dos Santos, pero todavía hacen falta detalles para cerrar la eventual incorporación.
Aunque, sin dudas, Chicharito llegaría a los Estados Unidos con el cartel de estrella, después de haber pasado por equipos como el Real Madrid o el Manchester United. Sin embargo, el reto de llenar el vacío que dejó Ibrahimovic no será sencillo.
Esta no sería la primera vez que un mexicano llega a un equipo de la MLS con la expectativas por todo lo alto. Algunos de ellos pasaron momentos gloriosos y otros se fueron sin pena ni gloria. A continuación, recordamos a los cuatro mejores jugadores mexicanos que jugaron en el balompié norteamericano:
Hugo Sánchez, el pionero
Hugo Sánchez llegó en 1996 al Dallas Burn (ahora FC Dallas) con la etiqueta de la máxima figura mexicana de todos los tiempos. Sin embargo, con 37 años, el ex delantero del Real Madrid ya estaba en los últimos momentos de su carrera.
Lo que quería la recién nacida MLS era un jugador que metiera gente a sus estadios: Hugol fue la respuesta. Sus apariciones en el Cotton Bowl de Dallas llamaban la atención del público latino que quería ver al pentapichichi y las taquillas del estadio comenzaron a mejorar.
El Macho debutó en mayo de ese año y lo hizo como los grandes: anotando. Sin embargo, en los 22 partidos en los que participó en su aventura norteamericana marcó apenas cinco goles más y colaboró con tres asistencias. Además, uno de esos tantos fue con el remate que lo caracterizó en su carrera y el primer gol de chilena de Dallas Burn.
En esa campaña, el ariete mexicano alcanzó las semifinales de Conferencia, siendo eliminados por Kansas City Wizard en tanda de penales. Aunque fue una gran temporada, Sánchez se despidió Estados Unidos para llegar al año siguiente al Celaya de México y retirarse definitivamente del fútbol.
Jorge Campos y sus excentricidades
El acapulqueño siempre se ha distinguido por su personalidad colorida, sus extraordinarias atajadas y sus curiosas formas de hacerse notar. Su paso por la MLS no fue la excepción.
Su primera etapa en Estados Unidos fue con Los Angeles Galaxy. Para su fichaje, el arquero protagonizó una de las anécdotas más divertidas de la liga. Al arribar a California, Campos pidió un Ferrari y lo consiguió.
El portero de la vestimenta colorida vistió la casaca de La Galaxia durante las temporadas de 1996 y 1997. Asimismo, en los tiempos de descanso de la liga, también jugó en la liga mexicana con el Atlante, donde disputó sólo ocho partidos.
En 1998, cuando Campos estuvo con Cruz Azul y Pumas, el Chicago Fire lo llevo como refuerzo. En esa temporada, fue campeón de la liga estadounidense.
Durante su paso por el balompié norteamericano, el portero mexicano superó varios récords personales. Con 4,612 minutos divididos en 52 partidos en la MLS, Campos rompió una marca de tiempo jugado.
De esos encuentros, el arquero, que de vez en cuando jugaba de delantero, no pudo marcar un solo gol. Durante su carrera, Jorge Campos marcó 46 goles, 22 de ellos en la temporada 89-90 con Pumas.
En cuanto a su desempeño bajo los tres palos, el tres veces mundialista sumó 195 atajadas en sus tres temporadas. Además, detuvo 2 penas máximas.
Cuauhtémoc Blanco, la gran estrella
Si no fuera por por la llegada de David Beckham al Galaxy en 2007, Cuauhtémoc Blanco hubiera sido la bomba de ese mercado. Sin embargo, a pesar de no tener el boom mediático, el mexicano cautivó a la afición mexicana y mexico-americana que vivía en Estados Unidos.
Temo llegó Chicago Fire después de irse del club mexicano donde hizo historia: el América. Su presentación fue de un grande. Miles de aficionados se formaron a las afueras del Toyota Park (hoy SeatGeek Stadium) para ver la presentación del ídolo mexicano, algo que los dirigentes del club no esperaban.
“Obviamente lo conocíamos, pero ver eso en persona fue un premio y nos entusiasmó. Sabíamos que estábamos por comenzar un nuevo capítulo para el club con un jugador de peso”, comentó John Guppy, el gerente general de la institución de la “Ciudad del viento”, a Chicago Fire Confidential en 2017.
Blanco rompió paradigmas. Con 34 años, el mediocampista sorprendió con su calidad en la cancha. En 62 partidos de temporada regular marcó 16 goles y generó 26 asistencias.
Además de imponerse en el terreno de juego, la estrella de la selección mexicana dejó una huella con sus compañeros. Aunque su personalidad era cálida, tenía momentos bromistas y le realizaba pequeñas travesuras a los integrantes del equipo.
Cuauhtémoc era y siempre fue una estrella. No sólo por la fama que le dieron los aficionados, también por el trato de su club. Él tenía el segundo sueldo más alto (USD 2.7 millones anuales) de todos los jugadores de los 13 equipos que integraba la liga en ese entonces. Asimismo, tenía un guardaespaldas apodado por el equipo como “Big Juan” y las concentraciones eran en hoteles de lujo.
Sin embargo, nunca olvidó su humildad. Siempre intentaba sorprender a sus compañeros y miembros del equipo con pizzas y hamburguesas. Una de las anécdotas que más recuerda Matt Pickens, arquero del equipo de ese entonces, fue al día siguiente de un partido contra el LA Galaxy.
“Blanco le dijo al conductor del autobús que se detuviera en un In-N-Out Burger. Tomó unas 30 o 40 hamburguesas para el equipo. Compró para los muchachos que estaban en el camión y luego para el grupo que jugaba con el equipo de reserva, que vinieron a nuestro bus y comieron. Ese es uno de los gestos que recuerdo. ¿Quién iba a rechazar una hamburguesa de In-N-Out?”, recordó.
La magnitud de la figura del mexicano quedó demostrada cuando el Chicago Fire realizó una gira de pretemporada por México. Desde un aficionado americanista que se tatuó su autógrafo, hasta una “serenata” que le dieron miles de personas al mexicano en el hotel de concentración, fueron algunas de las anécdotas que vivieron los compañeros de Cuau.
Con 37 años, Cuauhtémoc Blanco se despidió del Chicago Fire cuando terminó su contrato. No obstante, las piernas aún le daban para unos cuantos años más y decidió ir a los Tiburones Rojos de Veracruz de la Liga de Ascenso de México. Luego llegó al Puebla y tuvo una quinta y última etapa con el América, club de sus amores, donde se retiró de las chanchas.
Rafael Márquez y su época oscura
Rafael Márquez tuvo una fructífera carrera. Desde su debut en el Atlas de México, hasta su consagración en el Barcelona de España, el mexicano vivió un sueño. Sin embargo, todo se convirtió en una pesadilla cuando llegó al New York Red Bulls en 2010.
Su cartel de estrella lo llevó a ser un jugador franquicia y ganar USD 4.5 millones anuales, además de ser y tener grandes compañeros como Thierry Henry, ambos ex del Barcelona español. Pero todo salió mal. No hubo química en ningún aspecto, ni con la afición ni en el terreno de juego.
En vez de números y estadísticas, el tiempo del Káiser en Estados Unidos se caracterizó por lesiones y escándalos. En 50 partidos jugados (44 de temporada regular, seis de Playoffs) sólo marcó un gol y dio nueve asistencias.
En cambio, hay muchos momentos por los que fue recordado, como las críticas a su compañeros, argumentando que no estaban a su nivel, o la fractura intencional que le provocó a Shea Salinas en un partido de temporada regular.
Pero el momento que más evidenció el mal paso del cinco veces mundialista fue la pelea con Landon Donovan. En el partido de ida de las semifinales por conferencia de los Playoffs 2011 de la MLS, Rafa inició un pleito con el mediocampista estadounidense.
El defensa mexicano le arrojó una balón a sus piernas al Capitán América. Esto provocó que jugadores de ambos equipos tuvieran una disputa que terminó con la expulsión del mexicano. Los Red Bulls quedaron eliminados en esa llave del torneo.
De 85 partidos en sus dos temporadas y media, Rafa apenas actuó en 44 de temporada regular. Por todo esto, el ex defensa del Barcelona decide rescindir su contrato con el equipo neoyorquino en 2012, una de las mejores decisiones de su carrera. Regresó a México con León, donde fue bicampeón, y luego volvió a Europa con el Hellas Verona de Italia, se retiró en Atlas y pudo disputar su quinto mundial.
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