El Atlético Madrid de Diego Simeone desarrolló una dignísima Supercopa de España. El Colchonero eliminó al Barcelona en semifinales e igualó en los 120 minutos en la final ante el Real Madrid, generando chances concretas de gol en el tiempo extra. Sin embargo, en los penales el Merengue fue más efectivo (y tuvo a un Courtois iluminado) para coronarse en la primera estrella que otorga el 2020.
El Cholo, de 49 años, vivió el encuentro con la intensidad de siempre. Incluso, tuvo una actitud loable en la segunda etapa suplementaria: cuando Federico Valverde derribó a un Álvaro Morata que se dirigía cara a cara con el arquero rival en pos de evitar la caída de su valla (hecho que consiguió, más allá de sufrir la tarjeta roja correspondiente), el entrenador argentino lo felicitó por el sacrificio en el instante en el que el mediocampista del Real Madrid dejaba el campo de juego. “Fue la jugada más importante del partido. Si esa jugada proseguía seguramente terminaba en gol. Cualquiera hubiese hecho lo mismo en su lugar. Él hizo lo que tenía que hacer. Veremos cuántas jornadas le dan”, se explayó el DT sobre la acción. “Valverde tomó una decisión justa para su equipo y nos privó de una situación importante de gol que pudo haber definido el partido”, agregó.
Sin embargo, la derrota caló hondo en el espíritu del entrenador argentino. Apenas Sergio Ramos confirmó el título para la Casa Blanca, la transmisión oficial del encuentro jugado en Arabia Saudita tomó su imagen, con el gesto serio, tomándose el rostro. Y a la hora de la premiación se dio un momento controvertido, que recibió respaldos y repudio en las redes sociales.
El plantel del Aleti subió al escenario y uno a uno los futbolistas permitieron colgarse la medalla del segundo puesto, pero al bajar de la plataforma se la quitaron del cuello. Lo mismo hicieron Nelson Vivas y Germán Burgos, los ayudantes de campo de Simeone. Y cuando llegó la hora del Cholo... El ex mediocampista saludó con un apretón de manos al encargado de colocarle la presea, pero con el saludo se anticipó y tomó su premio con la otra, sin permitir lucirla sobre su pecho.
El 22 de diciembre, Cristiano Ronaldo tuvo una actitud similar a la de Simeone tras la derrota de Juventus ante Lazio por la Supercopa de Italia. En el instante de la recepción de la medalla por el segundo puesto... La recibió, hizo el ademán de colgársela, pero enseguida se la quitó. Un gesto que se transformó en viral: algunos fanáticos en las redes sociales lo tomaron como un ejemplo de su competitividad; otros, como una falta de respeto con sus colegas del Lazio.
“En las finales nunca perdimos en los 90 minutos contra el Real Madrid. Ganamos tres y empatamos tres. Estoy orgulloso por eso”, concluyó el entrenador en conferencia de prensa.
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