Aunque el fútbol es un negocio que deja bastante dinero, la realidad es que mantener un club tiene muchas complicaciones. Por eso es normal que varios equipos que marcaron época sufran actualmente para poder mantenerse en primera división o sin adeudos. Un ejemplo es el Milan de Italia o el Hamburgo de Alemania.
Sin embargo, que una plantilla sea irregular es una mínima consecuencia de las malas administraciones de sus directivos y dueños. Hay situaciones que son más devastadoras para un aficionado al balompié como la desaparición del club de sus amores.
Un ejemplo de estas desapariciones repentinas es la de Loros de Colima, que este viernes se confirmó la desaparición de la franquicia debido al fallecimiento de su propietario Jimmy Goldsmith. Semanas antes, Potros UAEM anunció su desafiliación del Ascenso MX por falta de liquidez y problemas económicos.
En México es algo muy común que suceda. En los últimos 20 años han desaparecido clubes que en algún momento sorprendieron al público mexicano con hazañas extraordinarias, con jugadores que llegaron siendo desconocidos y se fueron como grandes ídolos o con anécdotas curiosas que se grabaron en la mente de sus hinchas.
Entre esas instituciones que desaparecieron se encuentran los Toros Neza, Jaguares de Chiapas, y ahora los Tiburones de Veracruz. Por ello, recordamos la historia de estos equipos que alguna vez brillaron en la primera división del fútbol azteca.
Toros Neza
El equipo de la ciudad de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, comenzó su camino en la segunda división de México al inicio de la década de los noventa. Sin embargo, fue hasta la temporada 1993-1994 cuando el equipo ascendió al máximo circuito para iniciar su corto y brillante andar.
La gran historia de los mexiquenses se transformó con la llegada de los torneos cortos en 1996 y la contratación de un principiante Enrique Meza como director técnico. Además, tuvieron que arribar tres de los jugadores más polémicos, así como con una exquisita calidad con el balón, como el Turco Mohamed, el Pony Ruiz y el Piojo Herrera.
En el invierno de 96, los dirigidos por el Ojitos jugaron la reclasificación a la Liguilla, ya que quedaron el el tercer lugar de su grupo. Desde ahí se colocaron en la semifinales, pero perdieron contra Santos Laguna, quien se coronó campeón de aquel torneo.
Al campeonato siguiente, repitieron su buen juego y llegaron a la final del Verano 97. Su rivales fueron las Chivas de Guadalajara y empataron a un gol en el partido de ida. En la vuelta, los tapatíos se impusieron con un contundentemente, anotando 6 goles.
También jugaron contra el Parma de Italia en una copa de exhibición. Los Toros sorprendieron al llevarse la victoria 1-0 ante un equipo que entonces estaba conformado por grandes estrellas del fútbol mundial, como el portero Gianluigi Buffon, Stefano Fiore, Roberto Sensini, Fabio Cannavaro, Hernán Crespo, Alessandro Nesta y Lilian Thuram, entre otros.
El equipo era atrevido e innovador. Tenía un uniforme rojo como la muleta roja de los torero y tenían un toro negro enorme pintado en el pecho. Además, en varias ocasiones sus jugadores se se presentaron al campo de juego con la cabellera pintada de rubio platinado o con máscaras de Bart Simpson, el vocalista de Kiss, Gene Simmons, y hasta del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
El principio del fin comenzó cuando el Turco y el Pony abandonaron el club. Hubo varios intentos de reforzar a la plantilla como el brasileño Bebeto, pero nunca dieron el ancho de los argentinos. En el Verano del 2000 perdieron la categoría y en 2002 desaparecieron.
Jaguares de Chiapas
La franquicia del sur del país inició su paso como nadie: en primera división. En 2002, Veracruz logró ascender al máximo circuito, pero Grupo Pegaso y Pablo Salazar Mendiguchía, entonces gobernador de Chiapas, formaron una alianza para que la franquicia se mudara a ese estado de la República Mexicana.
Era un club extraño a primera vista. Tanto el estadio Víctor Manuel Reyna como su uniforme se caracterizó por un naranja chillón, además de no ser un equipo que se caracterizará por tener una estabilidad futbolística y económica.
Sin embargo, lograron varios torneo soñados. En el Clausura 2004 consiguieron el liderato general de la tabla con 42 puntos y 17 partidos sin perder. Ya en la Liguilla fue muy diferente, pues cayeron en cuartos de final contra Cruz Azul.
Dos años más tarde, en el Clausura 2006 casi repitieron la hazaña. Con 30 puntos, los chiapanecos fueron sublideres del torneo, pero las Chivas de Guadalajara repitieron la historia y los eliminaron la primera fase de la fiesta grande.
En 2010, las cosas cambiarían radicalmente, empezando con la cabeza del club. Grupo Salinas e Interticket apostaron por el proyecto chiapaneco y adquieron la totalidad de las acciones del club. Además, cambiaron el escudo y los uniformes, con la característica del uso de los colores naranja y negro.
El equipo siguió irregular, pero lograron una gran proeza en 2011, cuando participaron en la Copa Libertadores de América. Avanzaron a la siguiente fase como segundos de su grupo, en el que destacaban dos grandes equipos de la conmebol: Internacional de Porto Alegre y Emelec.
En los octavo de final se enfrentaron a Junior de Barranquilla. Los Jaguares dieron una gran serie que terminó con un marcador global empatado a 4 goles. Sin embargo, el equipo sureño de México pasó a los cuartos de final gracias al gol de visitante.
Pero el sueño terminaría cuando se midieron a Cerro Porteño. Los paraguayos empataron la serie en México y en la vuelta Pedro Benítez anotó el tanto que dejó fuera al equipo revelación de la competición sudamericana.
Dos años después, la franquicia desapareció momentáneamente de la primera división al ser vendida a Querétaro. No obstante, llegaría López Chargoy con la franquicia Reales de San Luis, que tras problemas con el gobierno potosino, se mudó a Chiapas.
En ese tiempo, los colores y el escudo del club cambiaron de nuevo. Tenían un logo totalmente verde con un jaguar extraño y, tanto el estadio como los jerseys pasaron a tener un verde selvático. Además, la politización del club fue más evidente que nunca, pues el gobierno del estado participa activamente en eventos del equipo.
La plantilla que llegó a tener nombres como Salvador Cabañas o Jackson Martínez vio su fin hace pocos años. En 2017, la Liga MX decidió desafiliar a la franquicia por adeudos con jugadores y cuerpo técnico.
Tiburones Rojos de Veracruz
En el lejano 1943, nació un club que estaría condenado al sufrimiento de las malas administraciones. Sin embargo, al inicio de su paso por la primera división, los escualos conseguirían su primer campeonato.
En la temporada 1945-1946, cuando aún se jugaban torneos largos y sin liguillas, el equipo logró estar 18 partidos invictos y anotó 105 goles en 30 partidos. En ese equipo estaba el ídolo jarocho, Luis “Pirata” Fuente, nombre que años después sería utilizado para bautizar el estadio de Veracruz.
Un año más tarde, los Tiburones alzaron su segundo campeonato, pero en esta ocasión sería el de copa. En el año 1948, con un marcador de 3 goles a 1, Veracruz se impuso a las Chivas Rayadas del Guadalajara y festejaron su primera Copa México 1947-48.
Su segundo campeonato de liga sería unos años después, en la temporada 1949-1950. Tuvieron una gran combinación entre cuerpo técnico y jugadores, pues en la cabeza del banquillo estaba Juan Luque de Serrallonga, ex entrenador de la Selección Mexicana para el Mundial de 1930 en Uruguay, y en la delantera el peruano Julio Ayllón, quien consiguió el primer título de goleo para los escualos con 30 anotaciones.
Después de estos logros, los Tiburones estuvieron en un limbo entre buenas actuaciones y pésimos resultados. Desde aquellos lejanos campeonatos hasta este 2019, los jarochos descendieron 4 veces y fueron desafiliados dos veces.
La primera de estas desafiliaciones fue en 2011 cuando Mohamed Morales era el propietario del club. En cambio, la segunda ocurrió bajo el mando de Fidel Kuri, administración que corrió con escándalos de falta de pagos , pelea entre la Federación Mexicana de Fútbol y el dueño y hasta huelga de los jugadores de la institución.
Sin embargo, los Tiburones pudieron darles una alegría a su afición años atrás, cuando consiguieron su segundo título de copa en el Clausura 2016. Derrotaron contundentemente a los Rayos del Necaxa por 4 goles a 1, con dos anotaciones del argentino Julio César Furch, una del jarocho Hugo Cid y una más del argentino naturalizado mexicano Rodrigo Javier Noya.
Entre sus ídolos están los el Pirata fuente, Jorge Alberto Comas, el Matute Morales y Cuauhtémoc Blanco, actual gobernador del estado de Morelos.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS