El estreno de Zion Williamson en la NBA era uno de los momentos más esperados para la temporada que ya lleva su curso. Después de transformarse en una atracción 2.0, gracias a los videos de sus volcadas espectaculares en la escuela secundaria que se hicieron virales, el joven nacido en Carolina del Norte sólo jugó una temporada para la Universidad de Duke, una de las de mayor tradición del básquet universitario en los Estados Unidos.
Mientras mostraba su poderío y capacidad de salto sobre el aro, las grandes marcas de indumentaria deportiva se pelearon por ver con quién firmaba su primer fastuoso contrato. Una vez que decidió postularse para ser parte del Draft 2019 de la NBA, todas las miradas estuvieron puestas en cuál sería la franquicia que se quedaría con primer lugar. Y una vez que pasó el sorteo -fue el 20 de junio-, los New Orleans Pelicans lo seleccionaron en el puesto número 1 de la lotería.
En la antesala del comienzo de la temporada 2019/2020, Williamson se dispuso a participar en la Liga de Verano de Las Vegas, pero la oportunidad de ver a Zion con la camiseta de los Pelicans duró pocos minutos: un choque de rodillas con un rival le provocó una fuerte dolencia en su pierna izquierda, lo que encendió las alarmas de su equipo, que eligió hacerlo descansar. Más allá del reposo, antes del final de la pretemporada se confirmó la peor noticia: el jugador de 19 años necesitó ser sometido a una operación para tratar el desgarro del menisco lateral derecho que lo alejaría de las canchas entre seis a ocho semanas.
El tiempo pasó y Zion todavía no debutó. ¿Por qué la joven nueva estrella de la NBA todavía no hizo su estreno oficial? Según indicó la cadena ESPN, en el marco de un plan específico para que la lesión en su rodilla no deje secuelas en el futuro del basquetbolista, los Pelicans están reeducando a Williamson en la forma de cómo debe caminar y correr.
Bajo un nuevo formato de entrenamiento, la franquicia del estado de Luisiana está cambiando por completo la cadena cinética de los movimiento de Zion para readaptar la relación de sus músculos con las articulaciones. Es importante destacar que gracias a su particular físico -mide 1.98 metros y pesa cerca de 130 kilos-, el perfil de juego de Williamson puede ser contraproducente para la resistencia de su cuerpo. Su capacidad atlética, y de salto, mezclado con su peso, generan un fuerte impacto en sus rodillas.
“Yo confío en la organización”, le dijo Zion al periodista Jorge Sedano, de ESPN, en la antesala del partido que New Orleans le ganó a los Denver Nuggets por 112-100 en uno de los clásicos por la Navidad.
Sin fecha estipulada para su regreso -la idea era que esté de regreso para el final de diciembre-, Williamson continúa con sus prácticas intensivas. Todavía no hizo pruebas en la cancha jugando tres contra tres o en equipo completo.
Más allá de esto, una vez que finaliza sus sesiones de tiro, Zion se ejercita durante otros 90 minutos más con los preparados físicos de los Pelicans para trabajar situaciones puntuales de juego y seguir mejorando su capacidad aeróbica. ¿El objetivo? Poder hacer su debut oficial en la NBA a principios del 2020.
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