El hijo de la leyenda no puede separarse de los escándalos. Hace un mes corría el riesgo de que Julio César Chávez Jr. no consiguiera la licencia de la Comisión Atlética Arizona para pelear, mientras que este jueves no consiguió dar con el peso pactado y tuvo que renegociar el trato.
En un principio, el combate iba a ser en 168 libras, pero el mexicano registró 172.7 libras. Por ello, dos horas antes de la transmisión televisiva, el equipo de Chávez negoció con Daniel Jacobs para que el peso fuera con un límite de 173 libras.
El acuerdo no iba a ser por las buenas, pues sabía que tenía al inglés Gabriel Rosado como rival de respaldo. Ante esta situación, la esquina del azteca dio un USD 1 millón de su bolsa, de acuerdo con información de ESPN.
Por los antecedentes de Julio, al estadounidense no le sorprendió que no pudiera dar con el peso. "No es una sorpresa, sabíamos que algo iba a pasar, no sabíamos qué, pero era previsible por sus antecedentes”, comentó.
Sin embargo, dejó de lado el incidente y aseguró que ahora sólo le queda demostrar que está listo para las grandes peleas de la categoría. “Ahora toca enfocarme en la pelea, es un chico grande, pero puedo boxear, y las 168 libras es el peso perfecto para hacerlo”, señaló.
También agradeció a Gabriel Rosado por su respaldo para la pelea, pero este no lo tomó de la mejor manera. El inglés le reclamó su decisión, por lo que el estadounidense se molestó y tuvieron un pequeño altercado que no llegó a mayores.
En cambio, Chávez indicó que el tema del peso fue una estrategia, pues reconoció que le costaría vencer a la báscula y era mejor negociar la pelea. "Fue una decisión que tomó el equipo para subir fuerte, lo más importante es ganar la pelea, y si ganamos por nocaut no importa lo demás (...) Para esta pelea no hubiera estado al 100 por ciento, pero estoy entero, es lo importante”, explicó.
Añadió que la estrategia de Jacobs fue poner un peso bajo para que no él no saliera con la mejor forma física. “Ellos hicieron su estrategia, pusieron 167 para 168 libras, que no es de campeonato, fue un contragolpe, y lo mejor para mí”, aseguró.
Vamos a morirnos en la raya y vamos a darle la sorpresa para que vengan mejores oportunidades para mí
Eddie Hearn, el promotor del combate, también se esperaba que Julio no cumpliera con su parte del trato, aunque no le dio importancia. "Ya lo del tema del peso quedó atrás, ahora lo que importa es la pelea”, señaló.
Expresó que el hijo de la leyenda tiene que morirse en el encordado y resarcir la deuda que tiene con el público de su país. “Los fanáticos mexicanos son como los británicos, puedes perder pero mostrando corazón”, declaró Eddie Hearn.
“No pongo las manos al fuego por Julio, porque le conozco de hace dos meses, pero sé que entrenó y se preparó para la pelea, no es que ayer estuviera comiendo sin que nada le importase, así que vamos a ver qué sucede", señaló el mandamás de Matchroom.
El combate, pactado a 12 episodios, será este viernes en la Talking Stick Resort Arena, casa de los Phoenix Suns en Arizona. ESPN será el encargado de transmitir el encuentro a partir de las 20:00 horas (tiempo de México).
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