El último gran escándalo en el clásico español en el Camp Nou: cuando los hinchas del Barcelona le tiraron a Figo una cabeza de cerdo

En el umbral de otro cruce convulsionado, en 2002 el conjunto culé y el Merengue vivieron un duelo que estuvo momentáneamente suspendido por las agresiones al portugués, tras su polémico pase de Catalunya a la capital de España

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El ataque de la parcialidad de Barcelona a Figo en el clásico ante Real Madrid

Así como el clásico español corre peligro de suspenderse por segunda vez en un mes por amenazas de incidentes de organizaciones independentistas catalanas, hace diecisiete años, en otro partido de la Liga Española se vivieron momentos complicados cuando el Real Madrid visitó el Camp Nou y una importante cantidad de hinchas del Barcelona agredieron a Luis Figo, ex jugador del club pasado a las filas blancas, al que le llegaron a arrojar una cabeza de cerdo cuando iba a patear un córner.

Durante ese clásico, jugado el sábado 23 de noviembre de 2002 por la undécima fecha de la Liga 2002/2003, y cuando se trataba de la segunda visita de Figo desde que había pasado del Barcelona al Real Madrid, los blancos de la capital española fueron recibidos con estruendosos silbidos y les arrojaron todo tipo de elementos desde las tribunas, al punto de que el árbitro Luis Medina Cantalejo tuvo que parar las acciones por quince minutos Los jugadores del Real Madrid se fueron inmediatamente a los vestuarios hasta que recibieron la orden de regresar para continuar el partido.

Nadie en el Barcelona imaginaba la salida de Figo, una de sus grandes estrellas, que había llegado desde el Sporting Lisboa en 1995. Para mediados de 2000, había elecciones presidenciales en el Real Madrid en las que todo indicaba que ganaría con comodidad el entonces mandatario blanco Lorenzo Sanz, a pocos días de que el equipo ganara su segunda Champions League en tres años (se había impuesto al Valencia 3-0 en París el 24 de mayo) y tras 32 años sin imponerse en Europa.

Sin embargo, la difusión de algunos actos de corrupción de Sanz y especialmente el impacto que causó el anuncio del opositor Florentino Pérez, acerca de que había llegado a un preacuerdo con Figo para que vistiera la camiseta del Real Madrid si él ganaba por diez mil millones de pesetas (60 millones de euros), torcieron los comicios.

El pase de Figo, uno de los mejores jugadores del mundo (ganaría meses después el Balón de Oro), significaba el comienzo de la llamada “Era de los Galácticos” a la que se sumarían después Zinedine Zidane (2001), Ronaldo Nazario (2002) y David Beckham (2003), arrebatándole al Barcelona a una de sus estrellas, tal como había ocurrido con Alfredo Di Stéfano en los años Cincuenta.

Si bien Figo llegó a decir que “tomé la decisión justa al cambiar Barcelona por Real Madrid porque sentí que los dirigentes no me reconocían como me merecía”, pocos le creyeron y eso le generó muchos más problemas, porque los hinchas azulgranas no soportaron que en vez de reconocer que se había enfrascado en un compromiso que pensó que no ocurriría (porque lo lógico era que Sanz se impusiera en los comicios), Figo había preferido cambiar el eje del debate.

Para la prensa catalana, Figo se fue del Barcelona al Real Madrid por dinero. “La estrella portuguesa ingresó en su cuenta 500 millones de pesetas (poco más de 30 millones de euros) comprometiéndose a dejar el Barcelona y vestir la camiseta blanca si Pérez lograba la presidencia. La jugada del portugués tenía la posibilidad de salirle “gratis total” ya que nadie daba como ganador a Florentino”, escribió Emilio Pérez de Rosas.

Pero todo salió al revés y Figo se vio obligado a firmar con el Real Madrid porque de lo contrario, tenía que pagar de su bolsillo la penalización del contrato, y aunque trató de convencer al presidente del Barcelona, Joan Gaspart, de que el club se hiciera cargo de la multa, obtuvo una rotunda negativa.

Ya incorporado a las filas madridistas, Figo seguía sin estar convencido y quienes lo rodean suelen comentar que un mes después de llegado, tuvo una reunión con el presidente Florentino Pérez en el hotel Eurobuilding de Madrid, en la que le comentó que su intención era marcharse, pero allí apareció el delantero Raúl González, quien como capitán inició un acercamiento al portugués para convencerlo de seguir.

Raúl y su esposa, Mamen Sanz, fueron fundamentales como pareja, acompañando a Figo y a su esposa, la modelo sueca Helen Svedlin, para que cambiaran de parecer y de hecho, hoy siguen viviendo en la capital española, ya con el delantero portugués retirado del fútbol desde hace años.

Figo tuvo que jugar un primer clásico en el Camp Nou el 21 de octubre de 2000 por la sexta fecha de la Liga 2000/2001, que ganó el Barcelona 2-0 y en la temporada 2001/2002 no pudo estar presente, pero lo peor llegó en la temporada 2002/03, cuando fue marcado por un joven Carles Puyol como lateral derecho, que no lo dejó mover en todo el partido y que le valió al defensor como carta de presentación para una gran carrera en los azulgranas y en la selección española.

Esa noche, Figo se encontró con carteles que decían “Judas”, “Traidor”, “no soy madridista, soy mercenario” y una silbatina que llegó a los 110 decibeles por parte de 120.000 personas, el equivalente al ruido de un motor de un avión en marcha.

Pero lo peor llegó en un córner para el Real Madrid. Figo se acercó para ejecutarlo y comenzaron a caer al campo de juego botellas de agua, de whisky, sándwiches y hasta una cabeza de cerdo recién asada, que llegó a rozarle el pie, aunque el portugués ni se inmutó, mientras el entrenador holandés del Barcelona pedía calma a los hinchas y el presidente Gaspart caminaba desesperado en el Palco de Honor.

“Yo no lo había visto. Si no, me habría comido un poco del cerdo. Un aperitivo”, dijo Figo años más tarde. “No te puede pasar por la cabeza que alguien pueda meter en el estadio una cabeza de cerdo o una botella de whisky”, reflexionaba. “Esto no es deporte. Entiendo lo que es la rivalidad y lo que está más allá de la rivalidad. He jugado Juve-Inter, Inter-Milan y el mundo no llega a su fin”, comentó para el libro “Miedo y asco en la Liga”, del periodista británico Sid Lowe.

Figo ganó siete títulos con
Figo ganó siete títulos con Barcelona y otros siete con el Madrid. La diferencia: con la Casa Blanca alzó la Champions League (REUTERS/Denis Balibouse)

"Debo ser uno de los primeros deportistas que tuvieron que jugar un partido con ciento veinte mil personas en contra. Me preocupaba que algún loco pudiera perder la cabeza. El ruido era ensordecedor", admitió Figo años más tarde.

Gaspart, el entonces presidente del Barcelona, tiene un recuerdo muy diferente de lo ocurrido. “Le puedo asegurar que si se le hubiese querido tocar, se le hubiese tocado, con la cantidad de objetos que se tiraron, cabeza de cerdo incluido. Nadie quiso tocarlo, él iba provocando, yendo a tirar córners y moviéndose por la zona de la hinchada. Sí, sí, provocando. Lo digo con toda la palabra. Si fuese inteligente y sabe que la gente está descontenta, lo habría evitado”.

Michel Salgado, lateral derecho del Real Madrid, recuerda que en el camino al Camp Nou “nos rompieron cuatro o cinco ventanas del autobús. Cuando llegamos, estábamos todos tumbados en el suelo, con botellas y piedras entrando por las ventanas”.

Salgado recuerda que en un momento del partido, decidió no apoyar más a Figo en los córners. Después del primero, sacado en corto y después de que nos pasara un cuchillo volando, le dije a Figo “ya no hacemos más córners en corto esta noche, limitate a ponerla en el área porque te quedas tú solo”.

Sin embargo, el córner siguiente a que desde la tribuna arrojaran la cabeza de cerdo casi termina en gol olímpico, pero el arquero argentino Roberto Bonano la despejó por encima del arco y una vez más, Figo tuvo que ir a patear otro córner, aunque ahora del otro lado.

“Creo que en ese partido, cuando se dio cuenta de que tenía a todos en contra en Barcelona, Figo se hizo definitivamente madridista”, sostiene su ex compañero José María Gutiérrez, Guti.

Tras los incidentes, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol sancionó al Barcelona con 4000 euros y con la suspensión del Camp Nou por dos partidos, pero luego quedó sin efecto y apenas permaneció la leve multa.

Cuando por estos días le consultaron a Figo por los peligros de este nuevo Clásico entre Barcelona y Real Madrid, recordó que “yo jugué en Barcelona y no estaba garantizada la seguridad. No veo por qué no tiene que jugarse ahora este partido”.

Barcelona (0): Bonano; Puyol, Frank De Boer, Cocú, Reiziger; Gabri, Xavi, Motta (Overmars), Mendieta; Riquelme (Saviola), Kluivert.

Real Madrid (0); Casillas; Michel Salgado, Helguera, Pavón, Roberto Carlos; Makelele (Mac Manaman), Cambiasso, Guti (Miñambres); Figo, Raúl, Solari (Raúl Bravo).

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