En 2019 ha nacido una competencia que podría convertirse en deporte en el futuro cercano: el campeonato de bofetadas creado en Rusia es cosa seria y todo el mundo ha puesto el ojo en él. Es así que Dana White, presidente de UFC, parece estar decidido a llevar a los protagonistas de este peculiar certamen ruso a las artes marciales mixtas.
La semana pasada, la derrota de Vasily Kamotsky, el granjero siberiano que había saltado a la fama por ganar el concurso en marzo, repercutió en todo el globo y gracias a las redes sociales que viralizaron el video. Quien tenía el invicto fue derrotado por su compatriota Vyacheslav Zezulya, nuevo dueño del título.
La grabación llegó hasta el celular de White, quien rápidamente vio un negocio y soltó en su Instagram la idea de llevar a los dos luchadores a UFC, en donde deberían dejar las bofetadas de lado para darle lugar a un combate mucho más violento.
“Estos sujetos se cachetean fuerte. El de rojo es el campeón y ha perdido por primera vez. Estoy pensando en llevarlos a UFC, ¿qué opinan?”, escribió en su cuenta de Instagram el empresario, quien recibió el apoyo de miles de sus seguidores.
Lo cierto es que White, quien compró UFC por tan solo USD 2 millones en 2001 y la vendió por 4 mil millones en 2016 pero mantuvo su cargo de presidente, siempre ha innovado y no sería extraño que las bofetadas lleguen a la compañía de MMA más importante del mundo. El más reciente caso de un deportista que se ha sumado a las artes marciales mixtas ha sido el del ex boxeador Floyd Mayweather, quien batallará en la jaula en 2020.
Tras casi nueve meses de consagrarse campeón, Vasily Kamotsky perdió su primera batalla de bofetadas durante un torneo celebrado esta semana en Rusia, su tierra natal. El vencedor fue su compatriota Vyacheslav Zezulya. La modalidad fue similar a la de siempre. Dos hombres se enfrentan con una mesa de por medio, y las bofetadas se dan por turnos, primero uno y luego el otro, hasta que uno de los dos termina abandonando, o bien un médico decide finalizar la pelea para cuidar la salud de los protagonistas.
Kamotsky hizo los honores y comenzó con un fuerte derechazo al rostro que movió a su rival, pero no fue lo suficientemente fuerte como para vencerlo. La venganza de Zezulya fue letal, el derechazo del pelado dejó al campeón tambaleando y sosteniéndose con la ayuda de un asistente.
No fue necesario continuar, el invicto se acabó en ese golpe. Incluso, Kamotsky fue uno de los hombres que ayudó al ex campeón a bajar del escenario. Luego, ambos se quedaron dialogando, y analizaron lo sucedido.
Vasily Kamotsky se había llevado el trofeo de campeón de bofetadas en el torneo que se celebró en marzo en Krasnoyarsk, en el marco de el festival de fisicoculturismo Siberian Power Show. Más allá del evento principal, en el que los concursantes presumían sus cuerpos, varios aficionados se animaron a participar de este y de otros concursos.
“Yo en realidad fui para ver el espectáculo, pero mis amigos me aconsejaron que participara, y me lancé”, explicó el hombre de 28 años que trabaja en una granja en Serbia. Lo curioso es que Pelmen, como lo apodan sus amigos, no se había preparado para participar: “Hace mucho que dejé de ir al gimnasio, y no manejo ninguna técnica de golpes”, explicó en aquel entonces en diálogo con El País.
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