La vida no ha sido fácil para Brenda Flores. Siempre ha combatido y salido avante en los enfrentamientos contra la vida. Sin embargo, ahora debe superar una prueba más: la pérdida de su pareja y padre de sus hijos, César “Uniko” Ramírez, quien fue acribillado frente a su domicilio, en la colonia Independencia, en Tijuana.
La ex campeona del Consejo Mundial de Boxeo inició en el boxeo desde la adolescencia. “El box es una disciplina fuerte, de carácter y no es un juego”, fue la advertencia que recibió Brenda Flores por parte de su papá cuando comenzó a practicar el deporte a los 14 años. La chica, en un inicio, lo tomó como un juego, pero poco a poco comprendió las palabras de su padre.
Ella debutó a los 19 años. Su primer pelea fue ante Mónica Murrieta (abril del 2013), en la que se quedó con la victoria. Cabe señalar que nueve meses antes tuvo a su primer hijo, Rafael.
Para abril del 2014, registró su primer derrota como profesional y se midió Katia Gutierrez. Esa séptima pelea como profesional le significó tomarse en serio el box.
Para finales de ese mismo año, se enteró que estaba embarazada por segunda ocasión. La boxeadora contó a El Imparcial, que iba a pelear en Mexicali y se empezó a sentir mal. Ella pensó que era consecuencia del entrenamiento, acudió al doctor y se hizo la prueba de embarazo. El resultado fue positivo.
La noticia le ocasionó depresión por cinco meses, porque consideró que estaba defraudando a la gente que la estaba apoyando en su carrera.
La pelea que pospuso era por el Campeonato Nacional. Nace Emma, su segunda hija, y tardó un año en regresar a los encordados, pero una de las características de su regreso fue que estaba más centrada.
La rutina de la originaria de Tijuana, Baja California, comienza a las 5 de la mañana. Su tiempo lo divide entre las actividades de que debe hacer con sus hijos y su entrenamiento.
La pugilista refirió que sus hijos, Emma y Rafael, son tan hiperactivos como ella. Su hija regularmente se la lleva al gimnasio y sus compañeros le ayudan a cuidarla.
La rutina que ella realiza, dio a conocer al mismo periódico, mermó un poco para la preparación para el combate por el título minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo, que disputó ante Silvia Torres, lo que le significó su tercer derrota.
“Por más veces que te hagas la fuerte, estás cansada y no rindes igual. No quiero descuidar tanto a los niños, en el sentido de que yo esté cansada, así como me doy tiempo para hacer las cosas durante el día, a veces les quedo mal, sin embargo, siempre se lo compenso”, comentó.
La Bonita, como se le conoce a la boxeadora mexicana, tiene un marca de 16 victorias, cuatro derrota y un empate.
En septiembre del 2018, ella enfrentó la australiana Louisa Hawton, en Los Angeles, California. Al vencer a su rival por decisión se convirtió en campeona de peso átomo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
En marzo del 2019, hizo su primer defensa de su campeonato ante a colombiana Mayelis Altamar, y ahí mencionó que le daría la revancha Louisa Hawton.
Al semanario Zeta, la tijuanense declaró: “Veníamos con mucha condición, pero desde el primer round supe que le empezaría a dar los golpes, fue una pelea un poco sucia porque me amarraba mucho ella, pero de ahí en fuera muy contenta, porque dimos muy buen espectáculo aquí en mi casa, la gente me recibió muy bien y terminamos como queríamos, siendo campeones del mundo”.
En julio, tenía pactada un combate contra la tapatía Nancy Franco, pero Brenda tuvo que hacer una pausa en su carrera, porque tras sentir molestias durante su preparación, la llevaron al hospital y fue que se enteró que esperaba a su tercer bebé.
Cabe señalar que su actual pareja, César Ramírez, fue asesinado el pasado 11 de diciembre. El también boxeador recibió tres balazos cuando circulaba en su automóvil en la colonia Independencia, en Tijuana.
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