Todo parecía salir de un cuento. Un joven haitiano de 18 años, que de casualidad llegó y se quedó en la Argentina, se presenta en una prueba para ingresar a uno de los mejores clubes de América; no juega su mejor partido pero igual le comunican que va a formar parte del club. De la Cuarta a la Reserva en poco tiempo, para finalmente firmar su primer contrato profesional con River Plate.
Una historia que podría haber acabado con el debut en Primera de la mano de Diego Cholo Simeone, pero que finalmente terminó con él saliendo del club a días de haber estampado su firma por cinco años con la institución.
En diálogo con Infobae, Judelin Aveska (hoy en el Santiago Morning de Chile) relató su historia.
Todo comenzó durante los clasificatorios previos a la Copa del Mundo Sub 20 que se disputó el 2007 en Canadá. Allí estaba Judelin Aveska, capitán de la selección de Haití, equipo que compartió con un amigo que ya estaba jugando en Argentina. “Yo tenía un compañero que estaba en Boca (Sony Norde), él habló con el Profe Claudio Frías (argentino), pero éste me preguntó si me gustaría irme a probar al Nacional de Uruguay, en un principio no iba a ir a la Argentina”, recuerda.
En enero del 2007, tras caer contra Panamá y quedar fuera de la cita mundialista, Judelin debía viajar de inmediato al país charrúa: “Pero primero pasé por Argentina”, detalla. “En ese momento era más fácil para los haitianos ingresar a Argentina que a Uruguay, porque no necesitaba la visa. Estuve casi un mes haciendo los trámites para viajar pero nunca se pudo concretar”.
Pasaban los días y el sueño comenzaba a esfumarse. El defensor de 18 años debía volver a Haití. Pero antes de regresar salió a recorrer algunos puntos turísticos de Buenos Aires acompañado de Ignacio Vidal, quien era el encargado de trasladarlo hasta Uruguay. "A lo último me llevó al Monumental y hablando un poco de todo me dijo: ‘¿Te animas a probar en River?’. Yo soy muy creyente, no sé de dónde me salió la valentía, y le respondí: “Conseguime una prueba acá y yo me quedo”.
Las carcajadas de Nacho comenzaron a brotar de su boca: “´Él me dijo que para jugar en River o Boca tenía que ser uno de los mejores futbolistas del país, que era el sueño de todos los chicos argentinos”.
Judelin estaba decidido. No le importaron las risas y se quedó. Se presentó en la oficina de fútbol amateur con Nacho Vidal y, después de una reunión de más de una hora, le avisaron que tenía una prueba a la semana siguiente.
Tras un par de entrenamientos improvisados en los alrededores del Alto Palermo, llegó a la primera práctica: “Me probaron con chicos de 14 y 15 años... me pegaron un baile ese día (se ríe) Pero como tenía a Dios de mi lado, el Tapón Jorge Gordillo me dijo que volviera a la otra semana".
Esperanzado, el joven defensor regresó siete días después: “Me hicieron hacer fútbol con la Cuarta, la que era mi categoría en ese momento. Ahí sí que fue increíble el nivel que había, me bailaron. Yo jugaba de central, corría mucho y pegaba (se ríe). Cuando terminó la práctica, Gordillo llamó a Ignacio porque yo no hablaba español y de repente vi venir a Nacho con una sonrisa -yo por dentro le agradecía a Dios porque sabía que iba a quedar-. Fue ahí que me dijo: ‘Vas a quedar’, y me llevó a comer milanesas de pollo, no me olvido más”.
Un par de días más y ya formaba parte de la pensión: “Era un lujo, una comodidad terrible. Estar con los chicos era algo increíble. Ya estaba jugando en River Plate”. “Me acuerdo el primer partido... El Tapón me puso de cinco y me echaron (se ríe): patadón, doble amarilla y afuera. Si no fuera por Gordillo yo no iba a jugar nunca más", bromea.
Su progreso dentro del campo le resultaba interesante al cuerpo técnico a tal punto que a los cuatro meses comenzó a entrenar con la Reserva: “Debuté con Gimnasia en La Plata, ganamos y gracias a Dios anduve re bien. Ese día fue oficialmente cuando pasé a la Reserva. Después Tapón dejó la cuarta, agarró la Reserva y fue otra cosa, me sentía más cómodo”.
Jorge Gordillo marcó considerablemente la carrera de Judelin Aveska a tal punto que cuando Daniel Passarella dejó de ser el entrenador del River en 2007, y el Tapón tomó el interinato, Aveska comenzó a compartir concentraciones con el primer equipo: “Inconscientemente no sabía dónde estaba, pero ahora a la distancia, no puedo creer como me cuidó Gordillo y las oportunidades que me dio”.
Estaba a un pasó de alcanzar su máximo sueño. En un equipo en el que competía con futbolistas como “Federico Lussenhoff, Eduardo Tuzzio, Mateo Musacchio, Danilo Gerlo... Era bravísimo pero me tenían en cuenta en un River que tenía también a Radamel Falcao, Ariel Ortega, Diego Buonanotte, Leo Ponzio”, asegura.
Gordillo iba a abandonar el cargo de entrenador del primer equipo tras la llegada de Diego Simeone. Para ese entonces, Aveska ya había firmado un contrato con el Millonario por cinco años. “Me dijeron que iba a ser parte del plantel y que iba a hacer la pretemporada del 2008 en Mar del Plata”.
Sin embargo, tras esa pretemporada fue cuando aquel magnífico cuento iba a comenzar a tomar otro final: “Cuando llegamos a Buenos Aires, me llamaron a una oficina y me dijeron que no iba a haber cupo de extranjeros porque iban a traer figuras de afuera para reforzar el equipo. Llegaron Alexis Sánchez, Sebastian Abreu y dos más”.
“Yo estaba en condiciones de competir con mis compañeros. No sé si para ser titular, pero para ganarme un lugar, seguro. A mí me habían formado para estar en la Primera, si Gordillo me subió fue porque vio futuro en mí y condiciones para jugar ahí. Yo tenía condiciones para estar”.
Poco importaron sus deseos y ambiciones: “El Cholo quería ganar el campeonato y por eso me comunicaron que me iban a mandar a Independiente de Rivadavia para jugar y para tener minutos. Al principio no quería ir, pero me dijeron que iba a ir Ortega, y vino el presidente de la Lepra para convencerme y bueno... Hoy en día Mendoza, después de Haití, es mi lugar favorito en el mundo”.
Esos cinco años que había firmado con River Plate los pasó a préstamo en Mendoza en donde se ganó a la afición a base de sacrificio y buenos desempeños. Posteriormente recorrió distintos clubes del ascenso (Gimnasia de Jujuy, Juventud Unida de San Luis, Almagro, Atlético Uruguay, entre otros), así como también formó parte del Hang Yuen FC de Taiwán en 2018.
Finalmente, con 32 años, Judelin Aveska está dando sus últimos pasos en el Santiago Morning de Chile: “Vine a principio de año y ahora se me acabó el contrato así que voy a ver qué va a pasar el próximo año. Hoy en día dieron por terminado el torneo y nosotros estábamos perfilados para meternos en los playoffs para el ascenso pero bueno... como se suspendió el campeonato faltando cuatro fechas quedó todo en la nada”.
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