La pelea principal de la velada de UFC que se llevó a cabo en Washington dejó mucho de qué hablar. El enfrentamiento entre Alistair Overeem y Jairzinho Rozenstruik fue uno de los más esperados y no decepcionaron. Un nocaut en los últimos segundos del combate definió al ganador.
Sin embargo, el golpe con el que el luchador de Surinam definió el combate pasó a un segundo plano después de ver cómo había quedado el rostro del holandés, ya que tras el impacto había perdido un pedazo de labio superior.
Con la victoria, el luchador de 31 años alcanzó los diez triunfos como profesional, de los cuales nueve fueron por la vía rápida, y mantiene en cero sus número de derrotas.
Los presentes en el Capital One Arena fueron testigos de cinco rounds impresionantes entre ambos pesos pesados. Overeem, que venía de dos victorias consecutivas ante Alexey Oleynik y Sergei Pavlovich, dominó a lo largo del combate, el cual estuvo a punto de acabar en las tarjetas.
Pero a tres segundos del final, Rozenstruik lanzó una combinación de izquierda y derecha que impactó de lleno en el rostro del rival, a quien ya se le notaban evidentes síntomas de cansancio durante gran parte de ese último round.
The Demolition Man no pudo aguantar hasta el final y, tras recibir esos golpes, el árbitro Dan Miragliotta marcó el final, no solo por la violencia con la que había sido derribado, sino, también, por cómo había acabado su rostro. Tras ponerse de pie, el holandés había perdido parte del labio.
“Cosiendo. El labio no es sexy en este momento... un parate rápido si me preguntas, pero espero que hayan disfrutado la pelea”, escribió el experimentado luchador de 39 años, quien deberá descansar y cumplir con los tiempos de recuperación.
“Traté de encontrar un upper, no pude encontrarlo durante gran parte de la pelea, pero lo encontré en los últimos segundos y ya está. Su plan de juego no me sorprendió ... Es un luchador inteligente y sabe cómo pelear, pero encontré una manera de ganar”, destacó Bigi Boy tras conseguir la victoria.
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