Por segunda ocasión en el año, Tigres y Monterrey se enfrentaron en la gran final de la Liga MX Femenil. Las Universitarias buscaban conseguir su bicampeonato y consagrarse como las mejores del norte del país. En cambio, las Rayadas consiguieron su primer título, a pesar de haber jugado dos finales antes.
Con una gran entrada, el estadio BBVA vivió una nueva final del clásico regio, protagonizado por las escuadras femeniles de ambos clubes. Las actuales campeonas llegaron al partido de vuelta con un empate a un gol, que consiguieron en el estadio Universitario el pasado sábado.
En el primer tiempo, ambas escuadras se tuvieron mucho respeto y se neutralizaron la una a la otra. Sin embargo, poco a poco el cuadro de “La Pandilla” consiguió tomar el balón, mientras se apoderaron de todos los rebotes de los duelo una a una.
El primer susto se la llevaron las felinas. La volante Rayada Dinora Garza encontró a la goleadora Desirée Monsiváis entre las centrales. La delantera definió de manera correcta y anotó el primero del partido. Sin embargo, la jueza lateral levantó la bandera y la central anuló el tanto por fuera de lugar.
Fue pasado la primera media hora cuando el esfuerzo de las Rayadas hizo fruto. Al minuto 31, Dinora Garza avanzó por el centro de la cancha y soltó un balón raso que dejó sola a Diana Evangelista. La extremo derecho entró al área y cruzó su disparo, que venció a la arquera Solis.
Con el marcador global a favor de las locales, Tigres cambió su forma de juego y empezó a conectar más pases. Belén Cruz avisó por parte de las visitantes, pero no logró que su remate fuera fructífero. Con esto, las dirigidas por Héctor Becerra se fueron al descanso con una ventaja momentánea.
En el segundo tiempo todo fue diferente. La Universitarias tuvieron más presencia en el arco rival y empezaron a imponer condiciones. Sin embargo, no lograron mandar el balón al fondo de la redes. Jaqueline Ovalle y Belén Cruz comandaron el ataque felino. Ambas atacante intentaron en varias ocasiones, pero Claudia Lozoya se convirtió en figura, frustrando los ataques rivales.
En los último 20 minutos, por la presión de las felinas, el partido se abrió y ambos arcos tuvieron acción. No obstante, ambas porteras reaccionaron de buena manera y no permitieron que ningún esférico se colara por por sus arcos.
El público local fue de los que más sufrió el partido. Con cada llegada de ambos bando, un suspiro unísono se escuchaba. Asimismo, la hinchada nunca dejó de alentar a sus jugadoras y ellas hicieron lo propio al intentar anotar los goles que les diera la victoria.
Lo más cardíaco fue la llegada más clara de Tigres en el tiempo agregado. Un centro que venía de la banda izquierda conectó con María Fernanda Elizondo, que se elevó por encima de las centrales y remató. Sin embargo, el balón pasó rozando el palo derecho de Lozoya.
Al minuto 96, la árbitro central hizo sonar su ocarina y terminó el encuentro en Monterrey. Al escuchar el pitazo final, el estadio BBVA retumbó con un grito de felicidad, pues sus jugadoras consiguieron el ansiado título que se les había negado en dos ocasiones.
En la ceremonia de premiación, Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX, le entregó una medalla a cada jugadora por la culminación de un gran torneo. Pero faltaba el momento esperado: levantar el trofeo.
La capitana Rebeca Bernal se subió a un estrado y recibió el título de las manos de Bonilla. En cuanto alzó el trofeo, la gente volvió gritar en forma de reconocimiento al gran esfuerzo de su equipo.
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