El viernes 22 de noviembre dos leyendas del boxeo mexicano, Julio César Chávez y Jorge “El Travieso” Arce, protagonizaron un combate “amistoso” que tenía como fin recaudar fondos para Christian Castillo, hijo del ex púgil Luis “Temible” Castillo que hace poco sufrió una lesión cerebral. Durante el combate la adrenalina invadió a los protagonistas, al que grado que cuando sonó la campana para indicar el final de la contienda, ambos pugilistas siguieron repartiéndose con todo, obligando al réferi a separarlos.
Sin embargo, tras la pelea que presenciaron más de 5,000 personas “El Travieso” Arce hizo una declaración que mantuvo vivo el roce entre ambas figuras del boxeo: “Al campeón lo respeté mucho. Es un gran campeón, lo admiro, es mi máximo ídolo desde niño y jamás le iba faltar el respeto. Tenía que dejar que se luciera”.
Tras estas declaraciones de Jorge Arce, el “Gran Campeón” tampoco se quedó callado, y decidió responder al originario de “Los Mochis”, Sinaloa: “A mí nadie me dejó ganar. Díganle al @traviesoarce5 que no se arda. Ustedes digan quien es el GRAN CAMPEÓN MEXICANO”, escribió Julio César Chávez en una historia que compartió en su cuenta de Instagram.
De nueva cuenta, el “Travieso” Arce reviró la respuesta y aprovechó el comentario de uno de sus seguidores para revivir el “cruce” entre ambos y para invitar a su colega a un nuevo combate, en el que según sus palabras ya no le iba tener el mismo respeto: “La verdad lo dejé ser, no podía faltarle el respeto a mi máximo ídolo. Pero en la revancha ya no lo voy a respetar. Ya estuvo bueno. Le voy enseñar que no soy tan malo como dice”.
“Me bañaba con agua fría y comía verduras echadas a perder”
Julio César Chávez compartió con Infobae México el infierno que vivió en una de las etapas más oscuras de su vida en la que estuvo a punto de perderlo todo por su adicción a las drogas y alcoholismo.
El ex campeón de boxeo reveló que pasó los peores cuatro meses de su vida en un centro de rehabilitación, luego de estar por varios años consumiendo drogas.
“Los cuatro meses y medio más tristes de mi vida los pasé en un centro de rehabilitación en el que mi esposa me metió a la fuerza, yo creo ya harta de mi situación. Estaba en un galerón con 120 cabrones cochinos, mugrosos y yo no podía creer que estaba ahí, yo era el gran campeón mexicano. Me levantaban a la 06:00 de la mañana, me bañaba con agua fría y comía verduras echadas a perder”, comentó Chávez.
Luego de ello, decidió darle un rumbo distinto a la vida, dedicarse de lleno a su salud y apoyar a gente que como él, cayó en las manos de las drogas, Chávez incluso tiene su fundación y clínicas de rehabilitación.
Como profesional llegó a 90 peleas invicto, sin embargo dijo que si no hubiera caído en las drogas y el alcohol, su sueño era lograr 100 combates seguidos.
“Si no hubiera caído en el alcohol y la droga hubiera llegado a 100 peleas invicto porque era un peleador natural, ya que a mi no me enseñó nada nadie. Me hice campeón a base de puro golpe, pero es más difícil dejar el alcohol y la droga que ser campeón del mundo”, mencionó.
Señaló que por sus adicciones se convirtió en un ser despreciable que le faltó el respeto a su familia y amigos. Sin embargo, aseguró que lleva 10 años sin probar “un solo gramo de droga”.
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