El líder ha caído: Santos Laguna empató este domingo 1-1 como local ante los Rayados de Monterrey y, al no poder remontar el resultado del partido de ida, quedó eliminado en los cuartos de final de la Liguilla del fútbol mexicano.
Los dirigidos por el argentino Antonio “Turco” Mohamed, por lo tanto, avanzaron a las semifinales de la Liga MX, ya que en el primer duelo los regiomontanos ganaron con un contundente 5-2, dejando el marcador global en 6-3 a favor de Rayados, que ahora espera por su rival en la siguiente ronda.
Los santistas, que habían sido los mejores de la fase regular al sumar 37 puntos y 40 goles a favor, no pudieron mostrar ese poderío ante un equipo que consiguió su clasificación en la última fecha del campeonato y que a mitad de semestre despidió a su entonces técnico, el uruguayo Diego Alonso, para contratar de nuevo a Mohamed, que había dirigido al equipo entre 2015 y 2018.
Aún así, y con la situación complicada debido a que necesitaban ganar por tres goles de diferencia, los laguneros iniciaron con solidez el partido de vuelta en su propio estadio, el Territorio Santos Modelo (TSM), donde la afición se mostró fiel a su equipo y lo apoyó hasta el final.
Los locales, obligados por las circunstancias, se apropiaron del encuentro, aunque Rayados les permitió tener el control del balón, ya que el equipo se siente más cómodo jugando al contragolpe. Pero, en un descuido defensivo, la esperanza parecía asomar en la ciudad de Torreón, en el norte de México.
Fue el uruguayo Brian Lozano, uno de los mejores en el Santos no sólo en el partido sino en el año, el que puso en ventaja a su equipo a los 20 minutos de juego, cuando la remontada parecía posible. Encarando desde la izquierda de la cancha, en el borde del área, el sudamericano disparó de media distancia ante la pasividad defensiva.
Su tiro, fuerte y colocado, se coló sin problemas en el ángulo inferior del guardameta argentino Marcelo “Trapito” Barovero, que ni siquiera intentó lanzarse para detener el esférico.
Con la ventaja, la afición se vino arriba y, en el resto del primer tiempo, Santos saboreó la segunda anotación, que nunca llegó para los dirigidos por el uruguayo Guillermo Almada. Monterrey supo defenderse en el peor momento de la serie para La pandilla y sobrevivió a los constantes ataques santistas.
El segundo tiempo fue diferente. A pesar de que Santos buscó empujar como lo había hecho durante la primera parte, en esta ocasión ya no lograba ser tan peligroso como antes. Mohamed ordenó a su defensa y, con el paso del tiempo y el cansancio más evidente del conjunto local, los espacios empezaron a ser aprovechados por la visita.
Fue precisamente en un contragolpe liderado por el mexicano Jesús Gallardo que, con el arco a su disposición gracias a la conducción de su compañero, el holandés Vincent Janssen, refuerzo para esta temporada, marcó el empate, que sería definitivo, al minuto 57 y apagó el fuego que la afición y el equipo locales habían generado con la ventaja inicial.
A partir de entonces, los pupilos de Mohamed mostraron por qué, a pesar de su irregular camino en el semestre, son candidatos a ganar el título liguero: en el cierre fueron superiores, controlaron el partido y se clasificaron sin dificultades como uno de los cuatro mejores equipos del campeonato.
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