Zlatan Ibrahimovic es uno de los futbolistas más importantes en la historia de Suecia y era considerado como un Dios en el Malmö, club en el que inició su carrera profesional antes de triunfar por toda Europa.
Sin embargo, una decisión que tomó en los últimos días cambió el escenario rotundamente. El delantero se convirtió en uno de los copropietarios del Hammarby IF -adquirió el 25 por ciento-, elenco que milita en la Primera División de la liga sueca.
Esta acción no fue bien vista por los ultras del Malmö, quienes vandalizaron una estatua en honor a Zlatan y una de sus propiedades.
La efigie en bronce de casi 3 metros, inaugurada el mes pasado -fue un regalo de la Federación Sieca por ser el máximo goleador de la historia de su seleccionado-, fue pintada con aerosol blanco y atacada con bengalas. “RIP” y “Muere, gitano”, fueron algunas de las palabras que escribieron los simpatizantes.
Según Aftonbladet, la estatua ahora se encuentra vallada y con un guardia de seguridad.
“Hammarby es un club fantástico con seguidores apasionados y tiene un gran respeto tanto en Estocolmo como en Suecia. Siempre me han gustado el club y los fanáticos, desde entonces estoy impresionado con lo que ha hecho el club en los últimos años, tanto dentro como fuera del campo. Poder unirme y desarrollar el avance del Hammarby se siente divertido y emocionante”, declaró el futbolista tras adquirir parte de la institución.
Una vivienda del ex Inter, Milan y Juventus de Italia también sufrió un ataque. Le arrojaron arenque fermentado a la puerta principal, en la que alguien pintó con un aerosol la palabra “Judas”.
El ex jugador del Barcelona y Manchester United, tras anunciar su salida de Los Angeles Galaxy de la Major League Soccer, se encuentra negociando un posible retorno a la Serie A. En los últimos días se lo vio negociando, junto a su agente Mino Raiola, con los mandatarios del Milan, club con el que conquistó un Scudetto y una Recopa de Italia.
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