En el estadio Morelos se vivió un partidazo entre el Morelia y León, encuentro correspondiente a los cuartos de final del Apertura 201, que culminó en empate a tres goles.
Sin embargo, el resultado fue opacado por los gritos homofóbicos desde las gradas, ocasionando que el árbitro central suspendiera el encuentro en dos ocasiones por unos minutos cada vez.
El primer grito se dio alrededor del minuto 86, después de la expulsión de Yairo Moreno, cuando los aficionados purépechas se manifestaron con gritos ofensivos. El árbitro José Alfredo Peñaloza, al ver esta situación, decidió suspender un minuto la acciones. Asimismo, el sonido local dio un aviso para que se controlaran los ánimos.
El partido continuó sin inconvenientes hasta el último minuto, cuando el portero visitante Rodolfo Cota despejó un balón. Como es costumbre en México, una vez más se escuchó el grito. Peñaloza detuvo el balón y pidió a los jugadores que se retiraran de la cancha. El sonido local realizó otra advertencia y los futbolistas locales se acercaron a la tribuna para pedirle al público que tuviera respeto con los rivales.
Por esta interrupción, el árbitro agregó 12 minutos, en los que Monarcas aprovechó para empatar el encuentro, que hasta entonces perdía.
Desde que se implementó este protocolo de la FIFA en la Liga MX ya se habían interrumpido algunos encuentros, pero ninguno al grado de que los jugadores tuvieran que abandonar la cancha. De haber continuado el grito, el juez central debía suspender el partido definitivamente, de acuerdo con el reglamento.
Al respecto, Ignacio Ambriz dijo en conferencia de prensa que “estos parones no van a cambiar nada mientras no haya respeto por el fútbol".
El partido terminó con la igualdad y se definirá el próximo sábado en cancha de León. El mexicano José Juan Macías anotó el primero para los visitantes al minuto 8, pero la reacción de los locales vino dos minutos más tarde con el gol Edison Flores. Ángel Mena regresó la ventaja al León al minuto 18, pero Flores volvió a anotar al 38.
Los dos equipos se fueron al descanso con el marcador 2 a 2. Al regresó, Fernando Navarro venció al portero purépecha a los dos minutos del final. Todo parecía que terminaría así, cuando la cabeza de Luis Ángel Mendoza apareció para recatar el empate en el tiempo agregado.
Un largo historial de desencuentros entre México y la FIFA por el grito
Lo que surgió como una broma socarrona en el fútbol local se convirtió en un problema internacional para la selección mexicana. Y es que la afición azteca se ha rehusado a dejar de gritar “¡Ehhhh, puto!” cuando el portero rival despeja el balón.
Cuando el infame grito llegó a los partidos de la selección mexicana la FIFA realizó un par de advertencias y luego pasó a una multa. El problema llegó hasta el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), donde se determinó que el grito es inadecuado pero no discriminatorio.
En 2017, camino al Mundial de Rusia 2018, el TAS perdonó a México las multas, pero la mancha en contra del “Tri” quedó indeleble y ahora cobra relevancia. De hecho, hay una campaña de la selección para parar el grito, pero ha sido en vano.
Ahora, México podría sufrir las consecuencias del grito e incluso sufrir una sanción tan grave que lo deje sin asistir al Mundial de Qatar 2022.
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