El 28 de noviembre de 2016, el vuelo 2933 de la compañía LaMia que trasportaba al plantel del Chapecoense rumbo a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional se precipitó y acabó con la vida de 71 personas, la mayoría eran dirigentes, jugadores y cuerpo técnico del club brasileño. Fue la tragedia deportiva más grande de la historia de Sudamérica.
Con el tiempo se conocieron las causas del accidente que terminó con el avión estrellado en el Cerro El Gordo, rebautizado Cerro Chapecoense. Por falta de combustible, la aeronave no llegó a destino y se precipitó a 13 kilómetros de la pista de aterrizaje.
El piloto Miguel Quiroga era, además, accionista de la compañía aérea boliviana, y en la comunicación que mantuvo con la torre de control cometió un error garrafal que pudo haber cambiado el destino de las 77 almas que estaban a bordo.
Quiroga tardó demasiado en declararse en emergencia para, así, obtener el privilegio de aterrizaje por sobre el resto de los aviones que se dirigían hacia el aeropuerto J. M. Córdova de Colombia. Recién lo hizo 2:30 minutos después de haber solicitado la prioridad, momento en el que ya era imposible llegar a la pista.
Además, tardó, en total, 9 minutos en contar la gravedad del problema que atravesaba la aeronave, cuyo verdadero conflicto era que no tenía el combustible suficiente que debería haber cargado para iniciar el vuelo.
En total fueron 71 las víctimas fatales: 7 miembros de la tripulación, 19 futbolistas, 20 periodistas y 25 personas relacionadas con el club (dirigentes e integrantes del cuerpo técnico). Solo 6 personas salieron con vida: Erwin Tumiri, técnico de aviación, Ximena Suárez, azafata, los futbolistas Jackson Follmann, Alan Ruschel y Helio Neto y el periodista Rafael Henzel.
La muerte de Rafael Henzel, uno de los sobrevivientes de la tragedia del Chapecoense
El 26 de marzo de este año, el periodista perdió la vida tras sufrir un infarto durante un partido de fútbol con amigos en la ciudad de Chapecó.
De las 71 personas que perdieron la vida en el trágico accidente, solo siete sobrevivieron y uno de ellos fue Rafael Henzel. El periodista brasileño viajaba junto con el equipo y varios trabajadores de prensa para cubrir el histórico duelo que enfrentaría al elenco de Chapecó con Atlético Nacional.
Henzel, trabajador de 45 años, murió producto de un paro cardiorrespiratorio cuando disputaba un partido amistoso de fútbol. “Nuestro colega Rafael Henzel murió la noche de este martes. Él estaba jugando al fútbol con amigos y sufrió un infarto fulminante. Fue conducido al Hospital Regional de Chapecó, donde se confirmó el fallecimiento del colega, periodista y narrador”, informó el cronista Marcinho San en diálogo con Radio Oeste Capital.
En 2017, Henzel había escrito el libro Viva como si estuviera de partida, en donde recordaba el accidente y dejaba un mensaje de esperanza. Además, contaba la importancia que tuvieron en su vida su hijo y su esposa.
El club Chapecoense también se expresó tras la confirmación de la noticia. “(Henzel) Se convirtió en un símbolo de la reconstrucción del club y, en las páginas verde y blanca de esta institución. Siempre estará el recuerdo de su ejemplo de superación y de todo lo que hizo, con amor, por el equipo, por la ciudad de Chapecó y por todos los apasionados por el fútbol”.
La institución del sur de Brasil le envió también fuerzas a sus seres queridos: “Deseamos, de todo corazón, que la familia tenga fuerza para enfrentar un momento tan difícil y esta pérdida irreparable. Los sentimientos y las oraciones de todos los chapecoenses, hinchas y oyentes, están con ustedes”.
Henzel tenía 45 años y se desempeñaba actualmente en Radio Oeste Capital. Apenas diez días atrás, había viajado a Bilbao, en el marco del Festival Thinking Football, para la presentación del documental Nosso Chape.
“Los recuerdos están muy vivos; estuve en todos los momentos y tengo recuerdos de todos los minutos. De toda la alegría del vuelo, de todas las personas que estaban en el avión, de la alegría de los 21 periodistas que estábamos, de los que murieron, 20. También murieron 19 jugadores, sobrevivieron tres, cuatro directivos y también gente de la tripulación”, expresó por entonces, además de reconocer que no pudo ver la filmación por el dolor que le causaba.
En una entrevista brindada al sitio El Español, el periodista se había mostrado recuperado de las lesiones físicas y mentales que le había dejado la tragedia y había explicado que ahora era momento de disfrutar de la vida: “La vida es leve para que la hagamos pesada. La vida es un soplo y la transformamos en pesadilla sin ninguna necesidad. Yo estoy feliz de la vida por estar aquí”.
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