Fueron tres meses muy difíciles para Juan Manuel Correa, piloto estadounidense de origen ecuatoriano que ha sido víctima del fatal accidente en Formula 2 ocurrido a fines de agosto que terminó con la vida del francés Anthoine Hubert. El joven de 20 años esquivó la muerte pero ha vivido un verdadero calvario y aún le esperan muchos meses de rehabilitación. Correa pasó más de una semana conectado a un sistema de respiración artificial en Londres y fue sometido a una cirugía de 17 horas para reconstruir su pierna derecha. Ahora ya ha regresado a su casa en Miami, desde donde ha contado detalles de su nueva vida.
“Perdí seis centímetros de hueso en la parte baja de la tibia derecha. Está creciendo de nuevo con un aparato especial, por eso tengo todos esos metales en mi pierna. Crece un milímetro al día. Básicamente me reconstruyeron la pierna derecha, la izquierda sufrió heridas mucho más leves, sólo bastó una cirugía. El proceso de recuperación durará un año con más cirugías, recuperación y rehabilitación. Desgraciadamente, lo más probable es que no quede al 100% nunca. Pero voy a luchar para que quede lo suficientemente bien para pisar un acelerador. El 23 de diciembre tengo la próxima cirugía donde le hueso llegará al pie”, dijo Correa en Mundo Sport.
Con respecto al accidente, el piloto nacido en Quito comentó en una entrevista con CNN cómo fue el minuto a minuto del infierno que vivió en la pista: “Salimos al sector más rápido, donde tienes 2 kilómetros a fondo. Subimos a la curva que se llama Eau Rouge y mientras subía vi un pedazo de otro carro que se metió abajo del mío. Frené pero tenía las llantas delanteras en el aire así que fui directo contra el otro carro. El impacto fue muy fuerte, pero estaba consciente. De hecho yo mismo me saqué los cinturones y me arrastré para salir del coche. Sentí mucho dolor y le pedí a los médicos que me durmieran porque no podía soportarlo.”
Ahora atraviesa un largo proceso de rehabilitación, que será al menos de un año y quizás le lleve dos. Recién pudo ponerse de pie a fines del mes pasado, casi 60 días de ese terrible choque en el circuito Spa-Francorchamps (Bélgica) que tuvo en vilo al mundo del automovilismo. La fuerza del impacto, que se midió en 70G, le provocó heridas muy graves pero él sueña con volver a competir.
Al respecto de la muerte de Hubert, Correa reconoce que poco a poco fue asimilándolo: “Al principio, cuando estaba en el hospital, me afectó bastante. Ahora entiendo que es una de las tantas cosas que he tenido que aceptar. No puedo hacer nada al respecto. No me siento culpable, nunca me sentí así. Estas cosas pasan en un deporte así. Si no era él, era alguien más, o podría haber sido yo. Me siento muy triste por su familia y también por él, que no pudo llegar a su máximo potencial. Pero es la vida y hay que aceptarlo.”
Pese a todo lo sucedido y lo que todavía tiene por delante, no pierde las esperanzas de concretar su sueño de competir en la élite. “Tuve que poner primero mis prioridades en orden. Primero quería vivir, luego volver a caminar y ahora comienzo a pensar en que todavía amo correr y tengo el sueño de llegar a la Fórmula 1”, confesó.
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